Las autoridades sanitarias de Chiapas en alerta por ocho fallecimientos y más de 1,300 casos de dengue hemorrágico.
Tanhei Franco permaneció ocho días ingresada en un hospital de Tapachula con dengue hemorrágico, enfermedad que tiene en alerta al suroriental estado mexicano de Chiapas con 1.350 casos y 8 fallecimientos registrados este año.
Antes de caer en cama, Franco se fue debilitando a causa del dolor de cuerpo, fiebre, sangrado en encías y garganta, todos los síntomas del b que confirmaron las pruebas de laboratorio en el hospital del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS)
A Franco, enfermera de profesión, el dengue hemorrágico le llegó de manera silenciosa y, en unos días, la enfermedad la derrumbó al grado de inflamarle órganos como el hígado.
"Son síntomas que no detecté a tiempo, gracias a Dios estoy viva porque aunque sea bajas las plaquetas yo pude superar la enfermedad", relató a Efe esta enfermera tras dejar el hospital.
Las autoridades sanitarias del estado de Chiapas están en alerta preventiva por los casos registrados, principalmente en la frontera con Guatemala, del dengue hemorrágico.
La Secretaría de Salud Pública estatal ha revelado que este año han sido atendidos 2.600 casos, 1.350 confirmados y un registro de 8 fallecimientos.
El responsable del área de vectores de la jurisdicción sanitaria 7, Sergio René Torreblanca, destaca que los flujos de personas que se mueven por la frontera mexicana con Guatemala elevan los riesgos de que se presenten el dengue y otras enfermedades.
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"Hay que enfatizar que nos encontramos a la orilla con otros países de Centroamérica, la alta movilización poblacional que se da de manera local e internacional genera el hecho de que no sólo esta enfermedad sino muchas otras puedan llegar a entrar a nuestro país", apunta Torreblanca.
La presencia de casos de dengue tipo hemorrágico ha orillado a las autoridades mexicanas de salud a movilizar cuadrillas de brigadistas para controlar a la larva del mosquito que transmite el virus que provoca la enfermedad por medio de su picadura.
El control comprende la estrategia de rociado en la zonas donde se informa de casos probables y la nebulización y termonebulización espacial para mantener bajo control al mosquito.
