Santiago de Chile, 12 sep (EFE).- La Cámara de Diputados aprobó hoy el proyecto de Ley de Identidad de Género que permite el cambio de nombre y sexo para mayores de 18 años y de menores entre 14 y 18 con autorización de los padres o tutores legales.
El articulado, que ya había sido aprobado en el Senado a principios de septiembre, fue aprobado con 95 votos a favor y 46 en contra al final de un agitado debate en el Congreso.
Posteriormente se sometió a votación la indicación del cambio de sexo para menores de hasta 14 años, que recibió 73 votos a favor y 66 en contra, pero que igual fue rechazada por no obtener el quórum mínimo de 87 sufragios.
Entre estos últimos sufragios, figuran 23 de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), 18 del Partido de Renovación Nacional, 3 disputados de la Democracia Cristiana y 2 parlamentarios independientes.
Ahora el texto será enviado al presidente Sebastián Piñera, quien dentro de un plazo de 30 días deberá aprobarlo o rechazarlo.
APROBADA! Chile tendrá Ley de Identidad de Género…
Años de luchas, décadas de exclusión comienzan a terminar con esta ley y reconocimiento de los derechos y garantías para las personas trans… Les niñes no serán olvidades! Hoy se avanza y se continuará!!!@MovAutonomista ?? pic.twitter.com/EjXgIrs7Jv— Diversidades Movimiento Autonomista (@DiversidadesMA) September 12, 2018
Si no hacen observaciones en ese periodo, se entiende la ley por aprobada, por lo que podrá ser promulgada, para luego ser publicada en el Diario Oficial y entrar en vigencia cuatro meses después de publicado el último reglamento, para los que el Ejecutivo estableció un periodo de seis meses.
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Tras la votación, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, afirmó que se dio un paso adelante frente a una situación humana.
En esa línea, Larraín explicó a los periodistas que por los comentarios que se habían hecho "se presumía que podía ser una votación más estrecha".
"Creo que el debate fue permitiendo reflejar que aquí había, más que una actitud de imposición, una apertura para la voluntad individual de las personas, que, de acuerdo a su grado de autonomía y capacidad de resolver, podían zanjar una situación que existe. Lo otro es jugar a la avestruz, es tapar el sol con una mano", sentenció Larraín.