La plaga del chapulín tiene agobiados a productores del sector conocido como El Perical, en las faldas del volcán Chichontepec, en la jurisdicción del municipio de Tecoluca, ubicado en el departamento de San Vicente, El Salvador.
Los agricultores que siembran maíz, frijol y sandía no solo han tenido pérdidas considerables por la reciente sequía, sino también por este insecto que está terminando con los pocos cultivos que sobrevivieron.
En el caso del maíz, según los productores, que debido a la falta de agua no alcanzó a desarrollarse completamente, la mazorca, aunque quedó pequeña, les ayudaría para obtener algo del grano para el hogar, pero el chapulín, a parte de comerse las hojas, también consume el elote.
"Este chapulín se come la sandía, el maíz y el frijol, no deja nada; por eso nos estamos declarando incompetentes para controlarlo. Estamos desanimados porque solo es de gastar y no podemos controlar esta plaga", comentó Israel Velásquez Yanes, productor de la zona, a La Prensa Gráfica.
Asegura que, hasta la fecha, han sembrado tres veces sandía, y el chapulín se la come de raíz, esto pese a los esfuerzos que hacen para contrarrestar dicha plaga, como es la fumigación con bombas manuales.
Una medida similar les ha ofrecido el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), que, de acuerdo con su experiencia, consideran que no es la solución para el problema que tienen, ya que la población del chapulín alcanza cantidades que requieren de acciones más grandes.
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"Lo que necesitamos aquí es fumigación aérea. Al chapulín ya no le hacemos mucho fumigando el cultivo para combatir el que ya nos afecta. Tenemos no menos de 400 manzanas con esa plaga
Las autoridades hicieron un llamado al MAG y a la alcaldía a tomar acciones como la fumigación aérea, la cual creen es la más adecuada, ya que en la zona hay una quebrada en la que se estarían reproduciendo, lo que podría llevar incluso a que emigren a otras zonas del departamento.
Los afectados aseguraron que las pérdidas ya alcanzan más de $14,000 solo en el caso de la sandía, pues la inversión para este cultivo inicia desde la preparación de la tierra.