Guatemala, 30 jul (EFE).- La región del oriente de Guatemala es la más afectada por la sequía, que ya dañó el 80 % de los cultivos de maíz y frijol, según un informe divulgado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El documento, que analiza los efectos de la canícula desde que comenzó la segunda quincena de junio, asegura que en esta zona, en la que no llueve desde hace 34 días, el precio del maíz aumentó en los últimos dos meses, pero las familias todavía tienen reservas de los dos granos básicos hasta agosto.
Los datos, que fueron recabados en el área de cobertura de los proyectos ejecutados por la FAO y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), corresponden a los departamentos de Chiquimula, Jalapa, Alta Verapaz, San Marcos, El Quiché y Huehuetenango.
En la región occidental de Guatemala, en la que no caen precipitaciones entre los últimos 7 y 36 días, también se presentan daños pero aquí, de media, se calculan del 20 % y las familias tienen reservas de maíz y frijol también hasta agosto.
Los daños ocasionados por la canícula prolongada, que es una de las más fuertes y que se prevé que dure hasta el 15 de agosto, afectarán a la primera cosecha de los cultivos de maíz y de frijol.
Se prevé una disminución de la cosecha equivalente al 17,80 % de la producción nacional de maíz blanco y un 15,84 % de la de frijol negro.
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En el norte y sur del país no hay "daños significativos", pues la lluvia ha sido regular y se espera recoger la primera siempre entre los meses de agosto y septiembre.
Uno de los principales efectos de la sequía es la inseguridad alimentaria y, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), hay al menos unas 43.000 familias afectadas en los departamentos más golpeados por el calor, que son Chiquimula, El Progreso, Jalapa, Jutiapa, Retalhuleu, Sololá, Suchitepéquez y Zacapa.
En las épocas pasadas, las sequías han dejado hasta 3,5 millones de personas en necesidad de asistencia humanitaria en Centroamérica, una de las regiones más vulnerables a la canícula por la variabilidad climática y la exposición a fenómenos extremos. EFE