La justica costarricense condenó a un hombre que violó en reiteradas ocasiones a su hijastra y reprodujo videos pornográficos de la menor.
Un hombre, de apellido Molina, pasará 36 años en una cárcel por violar a una hijastra, abusar sexualmente de ella, usarla para producir pornografía y por corrupción agravada contra la menor.
La sentencia fue dada a conocer este martes por la Fiscalía y fue dictada en los Tribunales de Sarapiquí, en Limón.
El caso fue denunciado en el 2017 cuando la víctima tenía entre 12 y 13 años. La mamá de la niña se encontró imágenes pornográficas de su hija en el celular de Molina, quien en ese momento era su compañero sentimental de ella por lo que de inmediato lo reportó a las autoridades.
Desde entonces el involucrado permanecía detenido y ha estado descontando prisión preventiva.
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El Ministerio Público logró demostrar en el juicio que los delitos se cometieron de febrero a diciembre del 2016 y de marzo a octubre del 2017, en varios lugares de Sarapiquí, destacó La Teja.
El condenado tenía más de cinco años de vivir en unión libre con la mamá de la pequeña, por lo que aprovechó la relación de cercanía y la vulnerabilidad de la menor para cometer los actos ilícitos y repetidamente amenazarla para evitar que contara lo que él le hacía.
Las autoridades costarricenses les piden a los padres de familia estar muy atentos ya que la mayoría de violaciones y abusos sexuales ocurren dentro de la misma familia.
La Fiscalía detalló los delitos cometidos por Molina, por lo que se le identificaron 12 violaciones (144 años de condena en total), dos abusos sexuales (ocho años), dos delitos de corrupción agravada (ocho años) y dos delitos de producción de pornografía (ocho años).
Cabe destacar que el total de años impuestos fue de 168, la readecuación de la pena dejó la condena en 36 años.