México, 18 jul (EFE).- Una toma clandestina en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) provocó la madrugada de hoy un incendio que no ha sido sofocado en el estado de Puebla, sin que se registren personas lesionadas, informó la empresa estatal.
El percance ocurrió en la comunidad de San Jerónimo Ocotitlán del municipio de Acajete.
"El incendio se presentó en una zona que no pone en riesgo al poblado más próximo, que se encuentra aproximadamente a 300 metros de distancia. No se tiene registro de personas lesionadas por estos hechos", indicó Pemex en un comunicado.
La empresa apuntó que en el sitio se encontraron aproximadamente 30 cilindros de gas "que presuntamente estaban siendo abastecidos de la toma clandestina incendiada".
Tras el accidente, personal de atención a emergencias de Pemex, en coordinación con personal de Protección Civil y bomberos municipales, atendieron el incendio que sucedió en el LPG ducto Cactus-Guadalajara.
Hasta el momento, los técnicos especializados continúan sus labores para sofocar el fuego y posteriormente eliminar la toma ilícita.
La Dirección de Protección Civil e Puebla, informó que unidades de emergencia laboran en el incendio de la toma clandestina de gas LP, a la altura de San Jerónimo Ocotitlán, Acajete. pic.twitter.com/1nUnnONnKG
— Notimex (@Notimex) July 18, 2018
Pemex explicó que tras conocer el accidente activó de inmediato su plan interno de respuesta a emergencias para evitar mayores daños en la zona, bloqueó las válvulas de seccionamiento más cercanas al sitio para disminuir el flujo de producto y aisló la zona con apoyo del personal de la Secretaría de la Defensa Nacional y elementos de Seguridad Física de Pemex.
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La empresa señaló que presentará la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público, para que se efectúen las averiguaciones correspondientes y deslindar responsabilidades.
En el estado de Puebla se conforma el conocido como Triángulo Rojo, un conjunto de municipios -entre ellos Quecholac, Acatzingo y Acajete- en los que el robo de combustible, de ductos con tomas clandestinas, se ha convertido en un negocio para los llamados huachicoleros, personas que roban combustible para luego venderlo. EFE
