El cadáver de un hombre hondureño quien había sido raptado cuando se dirigía a visitar a una mujer, con quien mantenía una relacion amorosa, fue encontrado desmembrado dentro de dos sacos en un camino solitario en Tegucigalpa.
El cuerpo de un joven ayudante de albañil que viajó desde la comunidad de Río Abajo hacia la capital para visitar a una mujer fue encontrado completamente desmembrado en un sector solitario del barrio La Leona, cerca del centro de Tegucigalpa.
El hombre fue identificado como Daniel Antonio Ortega Cerrato, de 29 años, cuyos restos estaban metidos en dos sacos, después de haber sido descuartizado en 11 pedazos por pandilleros que operan en la zona del barrio La Leona y sus alrededores.
Según el parte policial, Ortega Cerrato salió de su casa de habitación y tenía como destino final el barrio La Leona, según familiares, donde visitaría a una mujer con la que mantenía relaciones periódicamente.
La mujer al que el albañil iría a visitar también mantenía relaciones con unos pandilleros que operan en ese peligroso sector.
Los familiares de Ortega dijeron La Tribuna que el fallecido salió de su residencia a las 8:00 de la mañana del martes, pero no volvió a dar señales de vida, ni volvió a contestar su teléfono celular.
Al parecer, el joven llegó a su destino, pero en ese sector capitalino fue raptado por unos pandilleros fuertemente armados, destacó La Tribuna.
Al parecer después de someter a su víctima, los criminales lo fueron a encerrar a una “casa loca” del sector donde presuntamente le interrogaron dónde vivía y al contestarles lo torturaron hasta matarlo.
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Los pandilleros no les bastó con asesinar a Ortega Cerrato, pues tras acabar con su vida le comenzaron a cortar su cuerpo con un hacha, hasta dejar su cadáver desmembrado en 11 piezas.
Tras descuartizar el cadáver los criminales metieron los restos en dos sacos de mezcal y posteriormente los fueron a botar en el sector donde fue localizado.
Según algunas hipótesis de la Policía de ese país centroamericano, los criminales acabaron con la vida del joven porque sostenía una relación sentimental con una mujer del “barrio” y porque se fue a meter a la zona equivocada o prohibida, ya que era residente de otro sector donde operan “maras” rivales o contrarias.