La Habana, 26 jun (EFE).- La cubana María Emilia Quesada Blanco, la persona más longeva de Cuba y considerada entre las más ancianas del mundo a pesar de no aparecer en registros internacionales, murió a los 117 años en su natal provincia de Cienfuegos (centro), informan hoy medios locales de la isla.
Nacida el 5 de enero de 1901, Quesada Blanco conservaba hasta hace unos meses su "buen humor y hábitos alimentarios estrictos" que le permitieron llevar "su saludable existencia", reportó el periódico 5 de Septiembre en su versión digital.
En 2017 la anciana fue incluida en el cuarto lugar de la lista de centenarios publicada por la enciclopedia online Wikipedia, por debajo de la italiana Emma Morano, la jamaiquina Violet Brown y la japonesa Nabi Tajima, todas fallecidas.
Solo faltaba la validación del Gerontology Research Group, organización global que verifica el documento de identidad de la persona y su certificación de nacimiento.
"Mima", como la conocían en su comunidad, envejeció "sin padecer síntomas de ninguna enfermedad letal" y "fue perdiendo lentamente sus habilidades, pero no su asombrosa lucidez".
La anciana nunca se casó ni tuvo hijos propios, sin embargo vivió sus últimos años "rodeada del cariño y cuidados que le profesaran sus múltiples sobrinos" en la parroquia de Nuestra Señora de Monserrate, a cuya iglesia asistía semanalmente.
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"He vivido alegrías y penas, como todo el mundo. Aún en la fecha de mi cumpleaños me hacen un motivito (fiesta), junto a las personas de la tercera edad. Siento regocijo, recibo regalos, y lo paso tranquila", dijo la anciana en una entrevista publicada en 2017.
Sus restos serán inhumados en una ceremonia fijada para la tarde de hoy martes.
En Cuba viven actualmente más de 2.150 personas que han sobrepasado los 100 años edad.
El envejecimiento y la baja natalidad, que no logra garantizar el reemplazo poblacional, son los grandes retos demográficos de la isla, donde el 20,1 % de la población tiene o supera los sesenta años.
Varios estudios pronostican que esta cifra se elevará a más del 30% para 2030. EFE