Un hombre, de entre 25 a 30 años, fue asesinado en una de las habitaciones del hospedaje Veracruz, ubicado en la esquina de la 3a. Calle Poniente y la 17a. Avenida Norte, una cuadra al norte del Centro de Gobierno en San Salvador.
De acuerdo con datos proporcionados por la Fiscalía General de la República (FGR), la víctima no identificada tenía una lesión de considerable tamaño en el cuello, la cual le habría provocado la muerte.
“Es una muerte violenta, ha tenido lesiones por arma blanca en el cuello, prácticamente degollado, hay una lesión muy grande y otras en el área abdominal”, describió el personal del ministerio público a Elsalvador.com
Según las averiguaciones del caso, el hombre llegó acompañado por una mujer, cuyas características no fueron proporcionadas, al referido motel a eso de las 10:30 de la mañana del domingo, pero 40 minutos después un grupo de sujetos también ingresan a dicho motel y se dirigen hacia la habitación donde se encontraba la víctima junto a la mujer que lo acompañaba.
“Esta persona entró al hospedaje juntamente con una joven, y posterimente ingresan unos sujetos y se van a la habitación donde se encontraban y le dan muerte”, confirmó la Fiscalía.
Confirmaron las autoridades que los atacantes llegaron hasta el hospedaje en un vehículo.
“Ahorita no tenemos información de ninguna de las personas que están involucradas en el hecho”, dijo la Fiscalía cuando se le consultó si hubo detenciones por este caso.
No obstante en vías de investigación una persona fue detenida, comentaron lugareños.
Cabe destacar que en abril pasado, las autoridades detuvieron a Ronald Alexander López Hernández, de 24 años, aparentemente por haber asesinado con lujo de barbarie a un vigilante en la 17a. Avenida Norte y 3a. Calle Poniente, justo frente al motel donde este domingo fue degollado un hombre.
Te recomendamos: Anciana argentina decapita a su amiga y termina "molida" por tren
En esa ocasión las fuentes oficiales informaron que López Hernández llegó al punto no solo de querer decapitar a su víctima, si no también violarlo.
Su camisa ensangrentada era una de las principales evidencias que lo ubicaban como el principal sospechoso.
En esa ocasión los argumentos que Hernández daba a medios fue que tomó la decisión de decapitar a la víctima porque había perdido sus documentos de identidad y por ese motivo quería llamar la atención de la Policía.
Según las autoridades el sujeto apuñaló a la víctima, luego lo decapitó y se puso su ropa ensangrentada para finalmente quitarle los genitales.
