Sao Paulo, 6 jun (EFE).- Cinco miembros de una misma familia fueron asesinados hoy en una residencia en la localidad brasileña de Lagoa Nova, en el interior de Rio Grande do Norte, uno de los estados más violentos del país.
La matanza ocurrió esta madrugada, cuando dos personas entraron en la vivienda y mataron a cinco hombres, confirmó la Policía Militar de Río Grande do Norte.
Las víctimas son un hombre de 37 años; sus tres hijos, dos de 15 y uno de 19 años, y su yerno, de 20 años.
En el interior de la casa también había dos mujeres y dos bebés, pero fueron obligados a salir de la vivienda antes del crímen múltiple, explicó a Efe el sargento Filemão, de la Policía Militar.
Los cinco hombres recibieron varios disparos y murieron en el lugar del crimen, cuyas causas todavía están siendo investigadas por las autoridades.
El estado de Río Grande do Norte (nordeste) registró el mayor crecimiento en el número de homicidios de Brasil entre 2006 y 2016 y es el tercero más violento del país, según el Atlas de la Violencia de 2018, divulgado la víspera.
En números absolutos, los asesinatos en este estado brasileño crecieron un 307,5 % en diez años, al pasar de 455 homicidios en 2006 a 1.854 en 2016.
Los crímenes violentos en diferentes estados brasileños aumentan cada día, pues recordemos que a inicio de marzo las autoridades localizaron los cuerpos de las tres jóvenes que estaban desaparecidas en el estado de Ceará (noreste) tras haber sido torturadas y decapitadas por un grupo de hombres que filmó el crimen y divulgó el video en las redes sociales.
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Los cadáveres estaban enterrados en un agujero en el manglar del Río Ceará, en las afueras de Fortaleza, la capital regional, informó el Cuerpo de Bomberos.
"Los cuerpos fueron hallados cubiertos de barro y follaje y un en avanzado estado de descomposición", aseguró el capitán del Cuerpo de Bomberos de Ceará, Manuel Sidney, en declaraciones a medios locales.
Dos hombres detenidos por su responsabilidad en el crimen indicaron a la Policía el lugar en el que estaban los restos de las jóvenes.
Los propios asesinos publicaron en sus redes sociales el sábado un video con imágenes en las que torturaban a las jóvenes para luego decapitarlas, lo que facilitó que la Policía arrestara a tres de los acusados.