Una tragedia ha llenado de dolor y luto a una familia peruana luego que una niña de ocho añitos falleciera asfixiada tras tragarse una tachuela.
La menor al momento de la desgracia se encontraba en el salón de clases y pese a que buscó ayuda, nadie pudo salvarle la vida.
La pequeña niña de apenas 8 años perdió la vida en su propio colegio tras tragarse un chinche. El hecho ocurrió en San Martín de Porres.
La pequeña murió ante la mirada de sus profesores y compañeros cuando se asfixiaba tras tragarse un chinche o tachuela, por lo que intentó pedir ayuda en su colegio "Doscientas Millas Peruanas".
Roy Guerrero, padre de la víctima, sostuvo: "Mi hija se tragó la tachuela y la profesora no estaba, mi hija ha bajado al primer piso pidiendo ayuda, señalando la garganta", afirmó a Ojo.
"Mi hija vuelve a subir y ahí ha llegado la profesora donde recién la han atendido", dijo el tutor de la niña.
La familia ha denunciado además que le hicieron reanimación cardiaca a la menor cuando lo que esta necesitaba era ayudarla con la asfixia. El chinche se encontraba ubicado en la tráquea de la menor.
El padre de la menor también dijo que coincidentemente uno de sus familiares acudió al colegio a pagar la pensión de la pequeña cuando se encontró con la trágica escena.
Cabe destacar un caso similar sufrió una familia salvadoreña a inicio del mes de mayo cuando le tocó vivir una terrible tragedia luego que un bebé de añito y medio perdiera la vida tras quedarse atragantado con una semilla de mamón.
El bebé de 18 meses de nacido murió debajo de un árbol de mamón del parque de Chapeltiqueal, en San Miguel, al quedarle trabada una semilla de esa deliciosa fruta en la garganta.
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Las autoridades policiales indicaron que la tragedia ocurrió a las 4:50 de la tarde, hora en que fue alertada la sección de Investigaciones de la Subdelegación de Ciudad Barrios en San Miguel, en la que se indicaba que un niño había muerto “por otras causas”.
La progenitora del menor indicó que a la 1:30 de la tarde de este lunes el niño jugaba junto a otros pequeños en el parque de Chapeltique debajo de un árbol de mamón.
En el suelo había abundante fruto y los niños, incluyendo M. A (la víctima) comenzaron a degustarlos, pero de momento se observó que éste último se asfixiaba (ahogaba) tras habérsele trabado una semilla de esa fruta en su pequeña garganta.
De inmediato el pequeño fue llevado a la unidad de salud de Chapeltique, pero al llegar ya el niño había muerto.