La justicia costarricense condenó a un hombre que fue detenido por violar, asfixiar y decapitar a un niño de 8 años en Guácimo.
Un hombre de apellidos Campos Mendoza, de 26 años, fue condenado a 51 años de cárcel por violar, asfixiar y decapitar a un niño de 8 años el 27 de agosto del 2016 en El Edén de Guácimo, Limón.
La condena fue dictada este miércoles a las 3 de la tarde en los Tribunales de Guápiles, en el final del juicio en el que se reveló el terrible ataque que sufrió el niño.
Al final de las conclusiones de la parte acusadora y de la defensa, el juez le permitió a Yerica Mesén, mamá del niño asesinado, decir una palabras y ahí la mujer se desahogó.
”¡Lo odio (…), usted no merece el perdón de Dios ni de mi familia por todo el daño que nos ha causado. Mi hijo era lo más preciado que teníamos!”, dijo entre lágrimas.
“Mi hijo no merecía morir de esta forma solo por sus deseos, mi hijo amaba la vida, amaba a los animales y usted se aprovechó de su inocencia, le deseo todo el peso de la ley”, agregó la madre, de 28 años.
Los familiares del menor recordaron que el día de ese atroz crimen el menor le pidió permiso a su papá para ir a jugar a una casa ubicada a dos puertas de la suya y nunca más regresó, destacó La Teja.
Cuando los familiares del niño reportaron la desaparición, los vecinos se unieron a la búsqueda, pero pasaron varias horas antes de que llegaran hasta la casa de Campos, alias "Pirucho".
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Allí los rastros de sangre confirmaban que había ocurrido un hecho violento. Al asomarse a las escaleras traseras de la vivienda encontraron más pistas y luego los restos del pequeño en un río.
Desde aquel momento la Policía intensificó la persecución del presunto responsable y lo detuvieron en la madrugada del 28 de agosto.
Hasta la fecha se cree que "Pirucho" utilizó unos gatos para atraer al niño hasta su vivienda.