El Gobierno de Chile ha desatado una polémica luego que se presentara una indicación a la ley de identidad de género que se tramita en el Parlamento, la cual establece que los menores de entre 14 y 18 años podrán optar al cambio de sexo registral con autorización de sus padres y respaldo médico sobre su transexualidad.
La indicación fue presentada por el ministro de Justicia, Hernán Larraín, ante una Comisión mixta del Parlamento que tramita actualmente el proyecto de ley.
Larraín señaló que el Ejecutivo espera "el mayor consenso posible" en la materia, que ha originado grandes discrepancias en la coalición oficialista, donde la presidenta de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jacqueline Van Rysselberghe, amenazó con recurrir al Tribunal Constitucional (TC) en caso de que la disposición sea aprobada.
En tanto, los parlamentarios de Renovación Nacional (RN), divididos frente a la iniciativa, anunciaron que no la promoverán, destacó Ojo.
Los sectores más conservadores de la coalición se oponen a que los menores de edad puedan acceder, bajo ninguna circunstancia, al cambio de sexo registral pues, a su juicio, carecen de la madurez suficiente para definir su sexualidad.
El partido Evolución Política (Evópoli), que apoya la disposición, acusó a través del diputado Luciano Cruz-Coke, "una presión desmedida de grupos conservadores, liderados por Van Rysselberghe, para que el Gobierno no obre en esta materia".
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El debate sobre el tema ha tocado incluso a la iglesia católica, cuando el cardenal arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, comentó al ser preguntado por el asunto, que "no por ponerle a un gato un nombre de perro va a comenzar a ser un perro", lo que le significó duras críticas, incluso del presidente Sebastián Piñera.