San Salvador, 23 mar (ACAN-EFE).- Los privados de libertad de El Salvador que sufren enfermedades crónicas, terminales y degenerativas contarán desde hoy con un centro de salud especializado para tratar sus patologías en la localidad de Santa Ana (este), informó la Dirección General de Centros Penales (DGCP).
En el país centroamericano, alrededor de unos 800 presos sufren este tipo de enfermedades, que serán tratadas en el centro inaugurado este viernes, el cual cuenta con "una infraestructura, perfectamente equipada para atender a la población reclusa con diversos problemas de salud", detalló la fuente.
"El objetivo principal es brindar atención integral a la población reclusa con estas enfermedades y lograr un seguimiento y tratamiento adecuado de las patologías, garantizando una mejor calidad de vida al paciente", explicó la DGCP.
El Gobierno, "en cumplimiento de la ley", realiza brigadas médicas y campañas de limpieza en los centros penales y se mantiene el Plan Nacional en Contra de la Tuberculosis con una unidad especializada, a cargo del Ministerio de Salud.
La fuente detalló que el Sistema Penitenciario ha invertido en la salud de los internos alrededor de 1.073.977,29 dólares en medicamentos e insumos, adquisición de equipo médico de laboratorio, alimentación especial y asignación de uniformes para los enfermos.
La atención sanitaria de los reclusos se efectúa a través de 25 clínicas en las que unos 200 profesionales de la salud se dedican "exclusivamente a este sector".
Además, "permanecen abiertos los centros penitenciarios para que organismos como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), autoridades de salud y organizaciones no gubernamentales ONGs, puedan consultar los tratamientos y atención a los reos".
La inauguración del nuevo centro en Santa Ana estuvo presidida por el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Mauricio Ramírez Landaverde, y el director general de Centros Penales, Marco Tulio Lima.