Una piedra bautizada por ser maldita y que por años permaneció entre la frontera de Nicaragua y Costa Rica desapareció y acá les compartimos la leyenda que pone a cualquiera con los pelos de punta.
Resulta que en la zona de México de Upala, zona norte de Costa Rica, los habitantes se encuentran horrorizados tras enterarse que una enorme piedra que servía de límite entre ambas fronteras desapareciera.
Muchos se preguntarán ¿cuál es el asombro? pues la respuesta es escalofriante.
Se dice que la leyenda que se conoce desde hace mucho tiempo es que quien se atreva a tocar a «la piedra maldita» será víctima de un conjuro que lo llevará a la peor de las muertes, pues el objeto posee poderes sobrenaturales.
Un poblador de la zona identificado como Tiburcio López, de 54 años que vive en Upala centro, dijo a La Teja que la historia es real y tiene consecuencias negativas.
López se atrevió a afirmar que este objeto tiene poderes sobrenaturales por ser el punto de división entre los dos países y que fueron los antepasados quienes difundieron un relato de terror en relación a la famosa piedra.
“Los abuelos nos decían que quien irrespetara la piedra se iba a morir ahogado o quemado y que iba a sufrir bastante por cometer esa imprudencia. Solo teníamos derecho a mirarla, algunos como yo cuando pasábamos por ahí preferíamos hacerlo de lejos”, recordó el poblador.
Asimismo los más viejitos contaban que quien se atreviera a tocar esa «piedra maldita» les iba a salir gusanos por la boca y por el ano, que iban a gemir y retorcerse de dolor y que los gritos se iban a escuchar por todos lados.
De igual manera se sabe que otra de las versiones sobre esta misteriosa piedra es que fue inventada por nuestros antepasados para que nadie se atreviera a mover la piedra, pues era la única señal que había para saber en cuál de los dos países se estaba.
Por su parte Stephanie Lara, investigadora del grupo paranormal Cazadores de Mitos, explicó que la piedra no tiene poderes sobrenaturales, sino que más bien fue utilizada por algún brujo o alguien con la capacidad psíquica necesaria para poner la maldición sobre ella.
Te recomendamos: Rescatan a dos hombres que eran torturados en «Casa Loca»
“La intención de la persona que echó la maldición es la que puede provocar la muerte o incluso un accidente, una piedra no tiene la capacidad de hacerle daño a alguien, tiene que ser instruida para eso”, comentó Lara.