SANTIAGO DE CHILE (AP) — El arzobispo de Malta, Charles Scicluna, inició el martes su papel como enviado especial del Vaticano a Chile con una ronda de entrevistas con las víctimas de abuso clerical en las que pretende conocer el papel que habría tenido el cuestionado obispo Juan Barros, quien está acusado de encubrir dichos delitos.
Durante la jornada, Scicluna se entrevistó con James Hamilton, una de las víctimas de Fernando Karadima, el cura pedófilo más conocido de la Iglesia chilena y cuyos actos habrían sido encubiertos por Barros.
Hamilton afirmó a la prensa que esperaba que quedara “en evidencia el encubrimiento” por parte del cardenal Francisco Javier Errázuriz, arzobispo emérito de la capital chilena, del cardenal Ricardo Ezzati, actual arzobispo metropolitano, y de varios otros obispos.
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“A la Iglesia sigue sin importarle un comino” los abusos, porque son muchos los abusadores, sentenció James Hamilton en un punto de prensa tras entrevistarse con Scicluna por más de dos horas y media. “Por lo menos a este Papa y algunos obispos dentro del Vaticano”, puntualizó.
No obstante, agregó que también hay algunos sacerdotes en la Iglesia y el Vaticano “que han dado una lucha férrea por tratar de ir contra el abuso y esclarecer la verdad”.
Las entrevistas de Scicluna se extenderán hasta el viernes con el fin de “recoger informaciones útiles concernientes a monseñor Juan Barros Madrid, obispo de Osorno”, según informó a la prensa él mismo. El envío del experto supone un giro en la política del papa Francisco, que ha sido fuertemente cuestionado tras su paso por Chile.
Barros ha estado en el centro de la polémica desde que el papa Francisco lo defendió férreamente durante su visita a Chile en enero, en la que aseguró que no había evidencias en su contra y que se trataba de “calumnias”, lo que se interpretó como un cuestionamiento por parte del Sumo Pontífice a los testimonios de las víctimas.
La visita del Pontífice al país sudamericano fue para muchos una de las más difíciles de su carrera y estuvo marcada por la escasa participación de personas y la polémica de Barros.
Para Hamilton, la decisión del Papa de enviar a Scicluna e interesarse en las víctimas responde más a una cuestión política que a un interés verdadero.
“Es una señal política, es una señal de su desinformación, de no escuchar realmente a los que debiera escuchar", declaró, y acusó a Ezzati y Errázuriz de ser “capaces de engañar incluso al Papa”.
Hamilton acusó a los cardenales de encubrir los abusos al no trasladar las denuncias al Vaticano cuando comenzaron a producirse entre 2003 y 2006.
“Hay una gran desinformación de lo que pasa en Chile en el Vaticano” propiciada por los dos cardenales señalados, además de otros obispos del círculo de Karadima que se encuentran en similar situación a la de Barros, como encubridores de abusos, pero que hasta el momento no han tenido la misma exposición mediática, aseveró.
Hamilton es la primera de las tres víctimas de Karadima que han hablado públicamente del caso que Scicluna recibió en Santiago, tras entrevistarse el pasado sábado con Juan Carlos Cruz en Nueva York.
Junto a Cruz, Hamilton y José Andrés Murillo han denunciado a los medios durante años los abusos de Karadima, quien ha sido condenado por la Iglesia a una vida de retiro y oración. También han denunciado en repetidas ocasiones que Barros era uno de los más fieles discípulos de Karadima y que presenció incontables veces los abusos a los que eran sometidos.
Para Hamilton, el clima en que se desarrolló la entrevista fue “muy cordial”, en un espacio de escucha y ambiente “muy respetuoso y tranquilo”, y señaló que no dudaba de que los informes serán “veraces y sinceros”, y transmitirán lo que realmente está pasando en Chile.
Hamilton también tuvo palabras de agradecimiento para otros sacerdotes que sí apoyaron a las víctimas.
Para el miércoles, Scicluna tiene programada una reunión con Murillo, la tercera víctima de Karadima que ha hablado públicamente sobre el caso, según confirmó a la prensa él mismo.
Un correo electrónico enviado al obispo Barros este martes por The Associated Press para conocer sus comentarios no ha sido respondido. La Conferencia Episcopal Chilena y el Arzobispado de Santiago declinaron hacer comentarios sobre las acusaciones de Hamilton contra los cardenales Errázuriz y Ezzati.