Un caso insólito ocurrió en una de las calles de Copán, ubicado en la zona occidental de Honduras. Ahí una mujer decidió arrancarse una oreja de manera violenta.
Según los medios informativos de ese país, la mujer se arrancó su propia oreja porque su familia no la deja ver a sus hijos después de haber salido de la cárcel.
Este insólito caso ocurrió ayer en La Entrada, Copán, al occidente de Honduras, donde la mujer identificada como María Cristina Raquel, de 38 años, obedeció a las voces en su cabeza y cometió el sangriento hecho.
“Me siento decepcionada y por eso tomó esa decisión”, dijo la mujer antes de arrancarse la oreja.
“Caí presa y desde que salí no volví a ver a mis hijos, tengo un hermano que es policía que me había prometido traerme a mi hija, pero no se la pienso quitar y lo que más me duele que tengo días de haber salido y no son dignos de traérmelos”, comentó muy molesta la hondureña.
La mujer originaria del municipio de San Nicolás y residente Nueva Arcadia, aseguró que le gusta el alcohol y cuando toma puede pasar hasta más de un mes sin parar de ingerir bebidas alcoholicas, razón por la que su familia está decepcionada de ella.
También comentó que se suministró estupefacientes vía intravenosa combinándolo con alcohol, lo cual la llevó experimentar episodios desorientados de alucinaciones asegurando que escuchaba varios sonidos dentro de su cabeza, lo que habría originado la idea de cortarse las orejas.
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Tras mutilarse la oreja la mujer caminaba tranquilamente toda ensangrentada por el parque, como si nada hubiese pasado.
Tras la agresión a si mismo la mujer pidió una vez más que la dejen ver a sus hijos, señaló La Tribuna.
