Es posible que para 2021, Cuba pueda producir peces de agua dulce para abastecer el programa alimenticio del país.
Cuba está a la espera de la donación de 15 familias de peces de agua dulce, entre 30 a 35 animales de las especies tilapia, clarias y carpa china, provenientes de Brasil con el fin de integrarlos a un plan de mejoramiento genético, para aumentar la producción de este animal y fortalecer la acuicultura en la nación.
El jefe del Departamento de Acuicultura de la División Pesquera, del estatal Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria (GEIA), Jesús Rodríguez, informó este jueves que "la importancia de este proyecto es grande. Vamos a contar con tilapias genéticamente mejoradas, lo que implica que pueden crecer más y tener mejores características”.
Especialistas cubanos junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se dirigieron a Brasil para asistir a un curso de capacitación e indicaron que para este 2018 es posible que haya un establecimiento e implementación de un Programa de Mejoramiento Genético específico para peces de agua dulce.
Sin embargo, para que el proyecto de frutos tiene que tener entre tres o cuatro años en proceso de producción de los peces de agua dulce para poder integrarlos en el abasteciendo alimenticio nacional del país.
Asimismo, la coordinadora del programa de cooperación técnica, Arboleya Arrizabalaga, añadió que "en cuestiones de genética necesitamos de tiempo para lograr cada proyecto, y para el 2020 o el 2021 se podría a comenzar la producción de peces".
En los años 60 en Cuba se crearon embalses artificiales para cultivar diversas especies de peces como la tilapia y la carpa, pero fue en los 90 que se introdujo en estos proyectos la tecnología del mejoramiento genético.
No obstante, los resultados fueron fallidos ya que el objetivo principal de aquel entonces se enfocaba en la selección de los peces por el peso lo que generó que las especies se degradaban (en dos o tres generaciones nacían peces malformados, pequeños), indicó la especialista de la Empresa de Desarrollo de Tecnologías Acuícola UDI 1, Zenaida Arboleya Arrizabalaga.