Dos periodistas guatemaltecos fueron asesinados por desconocidos y sus cadáveres abandonados entre unos cañaverales en un poblado al sur de la capital, informaron este jueves familiares y autoridades.
Los periodistas, identificados como Laurent Castillo y Alfredo de León, habían desaparecido el pasado lunes y este jueves fueron localizados por trabajadores en una finca de Santo Domingo, Suchitepéquez (sur), indicó el Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas.
Los dos comunicadores, atados de manos y pies, tenían un disparo en la cabeza. Ambos habían viajado a la ciudad cercana de Mazatenango para cubrir un evento sobre la celebración del carnaval.
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Castillo era corresponsal del matutino Nuestro Diario, mientras que De León trabajaba para la local Radio Coaltepec en el poblado de Coatepeque, cercano al lugar donde sus cuerpos fueron localizados.
"Exijo a las autoridades una pronta investigación para dar con los responsables materiales e intelectuales de tan deleznable hecho" de violencia, exhortó el magistrado de conciencia.
Asimismo, demandó a las autoridades implementar protocolos de protección para periodistas.
En tanto, Ángel Castillo, padre de Laurent, dijo a periodistas locales que su hijo nunca le mencionó que estuviera amenazado de muerte.
El 10 marzo de 2015, otros dos periodistas fueron asesinados en el parque de Mazatenango.
El diputado oficialista Julio Juárez fue detenido el pasado 13 de enero como supuesto autor intelectual del crimen de los periodista Danilo López, del diario Prensa Libre, y del reportero Federico Salazar, de Radio Nuevo Mundo.
En contexto
Este lunes el ministro del Interior, Enrique Degenhart, informó que el gobierno de Guatemala pedirá al Congreso tipificar a las pandillas como organizaciones terroristas y solicitará a Estados Unidos incluirlas en la lista negra de lavado de dinero.
“Queremos solicitarle a la junta directiva del Congreso de la República una reforma al código penal en la cual se tipifique a las estructuras criminales de la Mara Salvatrucha y la mara (Barrio) 18 como organizaciones terroristas”, declaró Degenhart en conferencia de prensa.
Guatemala enfrenta una ola de violencia criminal que dejó más de 5.000 muertes el año pasado, la mitad atribuidas por las autoridades a las operaciones del narcotráfico y a las dos pandillas, dedicadas principalmente a la extorsión y el sicariato.
“Es necesario que no tapemos el sol con un dedo. Los guatemaltecos estamos sufriendo los embates criminales de estas estructuras que tienen armamento bélico pesado y que están dispuestas a hacer cualquier cosa para alcanzar sus objetivos”, agregó Degenhart.
El recién nombrado ministro del Interior espera ser recibido “de forma inmediata” por los congresistas para abordar la propuesta.