El papa Francisco pidió al pueblo indígena Mapuche que rechace la violencia para impulsar su causa. “No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, porque esto lo único (que) despierta es mayor violencia y división”, destacó.
El pontífice argentino formuló los comentarios el miércoles mientras celebraba una misa campal en Temuco, la capital de la región de la Araucanía, donde viven muchos de los aproximadamente un millón de descendientes mapuches de Chile.
Los Mapuche han estado presionando por el retorno de las tierras ancestrales y el reconocimiento de su idioma y cultura. Una pequeña minoría ha usado la violencia para impulsar sus demandas.
En los últimos años, decenas de iglesias han sido quemadas en la región. En sólo la última semana, previo a la visita de Francisco a Chile, al menos diez iglesias católicas han sido atacadas. No se han realizado arrestos.
El Papa Francisco celebraba la segunda misa campal en Chile en un área que representa un conflicto secular con los pueblos indígenas y que fue utilizada como una instalación de tortura durante la sangrienta dictadura militar en el país andino.
La Base Aérea de Maquehue en Temuco se construyó en tierras tomadas de los indígenas mapuches a principios del siglo XX.
También fue utilizada como un centro de detención durante la dictadura 1973-1990 del general Augusto Pinochet. Esas dos cosas lo convierten en un lugar lleno de dolorosa historia tanto para los Mapuche como para las familias de las víctimas de la dictadura.
Miles de personas saludaron a Francisco el miércoles mientras se desplazaba en su papamóvil a su llegada a Temuco. Es el segundo día completo del papa en la nación sudamericana de 17 millones de personas. El martes, el pontífice se reunió con sobrevivientes del abuso sexual contra menores de un sacerdote y pidió perdón por ello.