Con el objetivo de obtener un petróleo más amigable con el medio ambiente, investigadores mexicanos lograron desarrollar una molécula útil para la explotación de yacimientos de crudo,ya que permite conocer cómo se desplazan los fluidos a más de 2.500 metros de profundidad.
La molécula, que es inocua, biodegradable y es capaz de ser detectada en concentraciones mínimas, consiste en un anillo bencénico que contiene tricloro y una sal de anilinio, con una parte fluorada, que es la que se cuantifica cuando es expulsada del yacimiento, en donde no ya interacciona con la roca ni con el aceite.
El proyecto está a cargo de expertos de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y fue bautizado como 'Procesos de recuperación mejorada con la tecnología de inyección de químicos (ASP) con aplicación mediante prueba piloto en el campo Poza Rica'. De esta forma, el equipo desarrollador busca ofrecer combustibles de mejor calidad.
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Esta molécula, que es resistente a la salinidad, a las altas temperaturas y a la presión, ya fue probada y se encuentra en proceso para adquirir la patente tanto en México como en Estados Unidos, informó la Agencia de Investigación y Desarrollo.
José Fernando Barragán, doctor en ciencias químicas, explica que "diversas sustancias químicas pueden aumentar la producción allí donde el petróleo ya no fluye hacia la superficie", aunque para ello "se requiere primero conocer la estructura y características de los yacimientos". Y ahí es, precisamente, donde entra en juego la nueva molécula, que se deposita en el fondo de los yacimientos y "a través de su seguimiento" permite saber "hacia dónde se mueven los fluidos" y "diseñar las siguientes etapas de extracción", aclara.
"Con los resultados nos ubicamos en las grandes ligas del desarrollo de tecnologías y por ahora trabajamos en una segunda versión del mismo trazador", concluye el experto mexicano.