Panamá, (ACAN-EFE).- Un hombre que padece VIH fue condenado ayer a diez años de prisión por la violación de un niño de dos años, informó el Ministerio Público de Panamá.
El condenado, no identificado por las autoridades, negó la acusación, pero los testimonios y sus antecedentes penales decidieron al juez a dictar una "sanción ejemplar", según un comunicado del Ministerio Público.
El Juez Undécimo de Circuito Penal del Primer Circuito Judicial de Panamá, AD-HOC, "declaró penalmente responsable a un hombre y lo condenó a la pena de 120 meses de prisión (10 años), e inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas por el término de 5 años como autor del delito de violación contra un menor de 2 años", acotó.
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Los hechos se dieron el 16 de octubre de 2015, en una población de la capital panameña, "cuando la madre del menor se encontraba conversando con una amiga y escuchó el grito de su hijo, al revisarlo la madre se percató de lo ocurrido, pidiendo ayuda y siendo aprehendido el victimario por unidades policiales", describe la fuente judicial.
Los médicos confirmaron que el niño presentaba "lesiones traumáticas recientes compatibles con agresión sexual", que el acusado tenía capacidad de comprender el hecho que se le imputa y que "además su historial de VIH tampoco afecta su capacidad para comprender y afrontar el proceso legal que se le sigue". ACAN-EFE
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Perú: Capturan a hermanos que robaban y violaban a embarazadas
Dos hermanos y presuntos integrantes de “Los Ñatos de Comas”, quienes dopaban y violabana jóvenes engañadas con el cuento de la venta de pastillas abortivas, fueron capturados por agentes de la División Antirrobos de la Dirección de Investigación Criminal de Perú.
Según la Policía, Robinson Cristian (22) y Robert Antony Martínez Pinto (20) operaban en los distritos de Breña y Comas.
“Ellos colocaban avisos de atraso menstrual, donde dejaban sus números de teléfonos. Así es como captaban a sus víctimas”, afirmó un agente.
Se trata de una novedosa modalidad para delinquir, pues luego de doparlas las violaban y finalmente las abandonaban robándoles todos sus bienes.
