La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) plantea una vacunación extraordinaria contra el sarampión para el próximo año.
Lo anterior se debe a que los especialistas del Programa de Inmunizaciones de la institución determinaron que existe un grupo poblacional que, por algún motivo, no logró desarrollar anticuerpos o no se protegió contra esa enfermedad infectocontagiosa.
Leandra Abarca, coordinadora del Programa de Inmunizaciones de la CCSS y Elvis Delgado, de la misma instancia sanitaria, explicaron que se estima que cerca de un 10 % de los niños que se vacunan todos los años no quedan protegidos contra el padecimiento.
Por esta razón, cada cierto tiempo se debe ejecutar esta vacunación extraordinaria.
Por su parte, Abarca dijo que se debe sumar la cantidad de padres y madres que no vacunan a sus hijos por la “moda antivacunas”, sin saber el daño que les ocasionan.
Esta moda impide que se pueda administrar la dosis de vacuna de sarampión que se coloca a los 7 años o al inicio de la escuela.
La campaña busca disminuir la cantidad de población susceptible y generar consciencia sobre la importancia de la vacunación.
Este virus puede generar complicaciones graves tales como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía.
Abarca añadió que el índice de susceptibles en Costa Rica es muy elevado y se considera riesgoso.
Su calendarización se expondrá en la Comisión Institucional de Inmunizaciones. La CCSS la financiará en su totalidad y se aplicaría en todos los establecimientos de salud.
Otro motivo considerado por la institución para esta campaña es que en los países europeos se han registrado brotes de sarampión.
Cabe destacar que la última jornada extraordinaria de vacunación se efectuó en 2011.
El sarampión es una enfermedad muy contagiosa y grave que se transmite muy fácilmente a través de fluidos procedentes de la nariz, boca y faringe de las personas infectadas, lo cual la convierte en muy contagiosa.
Se trata de un padecimiento eruptivo agudo causado por un virus.
Clínicamente, se pueden diferenciar dos etapas en la enfermedad, la primera llamada fase prodrómica, prexantemática o catarral que se caracteriza por fiebre de 38,5 ºC a 40,5 ºC y síntomas de las vías áreas superiores, tos y coriza (rinorrea), además de una fuerte conjuntivitis.
Algunas veces se identifican las manchas de Koplik, signo característico del sarampión.
La segunda fase, llamada exantemática o eruptiva, se presenta al tercer o cuarto día después del inicio de la enfermedad con una erupción característica con manchas rojas parduscas.
Las manchas comienzan en la cara y después se generalizan; dura de cuatro a siete días y a veces termina con una descamación fina, señaló La Prensa Libre.
Son susceptibles al contagio todas aquellas personas que no han sido vacunadas o que no hayan padecido la enfermedad. La tasa de mortalidad en el grupo de 0 a 4 años es muy alta.
