Una mujer fue hallada muerta en un cementerio de la localidad correntina de 9 de Julio. El cuerpo presentaba fuertes golpes y tenía un crucifijo en la boca.
El hecho ocurrió el miércoles y sospechan que se trató de un rito pagano, debido al estado en el que encontraron el cuerpo. Por la mañana, el hombre que cuida el lugar encontró el cadáver que estaba irreconocible debido a los golpes en la cara. Además de tener vendada la boca, tenía unas bolsas con ladrillos sobre las piernas y estaba “como sentada”, a un costado de los nichos municipales.
Según fuentes consultadas, en la escena del crimen se pudo observar mucha saña por parte del autor, informó Cronica.com.ar
Los investigadores creen que el cuerpo fue abandonado en el cementerio durante la noche y que lo habrían ingresado por una entrada lateral que antes era el ingreso principal.
En la zona habrían encontrado marcas de un rodado, pero no pudieron establecer que el asesinato haya ocurrido en el cementerio. Por el momento la víctima no pudo ser identificada. En el lugar se presentó el fiscal de Goya, Francisco Arrué, quien ordenó que el cuerpo sea llevado a esta ciudad para que se realice la autopsia correspondiente y obtener más pistas.
Contexto:
Argentina: Anciana es asesinada por su marido tras ser atacada con un filoso cuchillo
Una anciana, de 75 años, fue salvajemente masacrada a golpes y apuñaladas con un filoso cuchillo por su marido, de 80. Esto ocurrió luego de una fuerte discusión que mantuvieron en su vivienda ubicada en la selecta localidad bonaerense de Acassuso, en el partido de San Isidro – Buenos Aires.
Al arribar las autoridades policiales al escenario del suceso de violencia de género, los pesquisas observaron al sujeto, esposo de la víctima, que los esperaba sentado frente al cadáver ensangrentado de la mujer. El responsable del asesinato finalizó detenido por los servidores públicos.
Los voceros del departamento judicial de San Isidro revelaron a Cronica.com.ar que la infortunada víctima fue identificada como Gabriela Del Olmo, de 75 años, mientras que su esposo resultó ser Eduardo Cid, de 80.
El hecho se produjo en el interior de una finca situada en Pedro de Mendoza al 600, entre Magallanes y Tiscornia, en el norte del conurbano provincial, donde los integrantes del citado matrimonio entablaron una acalorada discusión.