Los firmantes aseguran que el partido oficialista cometió "fraude de forma activa y visible".
Este viernes, 269 intelectuales de los Estudios Centroamericanos, Latinoamericanos y Latinos-Chicanos de Honduras, firmaron un comunicado exigiéndole al Tribunal Supremo Electoral (TSE) de ese país, un informe que transparente "todas las actividades relacionadas con la elección" ocurrida el pasado domingo 26 de noviembre de este año.
Y es que a casi una semana de celebrados los comicios, con una recientemente declarada suspensión de garantías y toque de queda, aún no se dan a conocer el 100 por ciento de los escrutinios.
"Nos preocupa que las acciones del TSE, particularmente desde que las urnas se cerraron y se registraron los votos, han sido secretas, carentes de transparencia y responsabilidad, y han mantenido al pueblo hondureño en la oscuridad".
Los académicos e investigadores aseguran que la demora es poco ortodoxa y preocupante, sobre todo -según señalan- porque "el silencio del TSE coincidió con la revelación de que un conteo completado del 57 por ciento de los votos mostraba un significativo 5 por ciento de ventaja por parte de la Alianza en Oposición a la Dictadura sobre el Partido Nacionalista del presidente saliente". Es decir, un, 45.17 por ciento contra un 40.21 por ciento; cifra que hasta el minuto, según asegura el TSE, se habría revertido.
Los firmantes acusan al Tribunal de no ser "completamente independiente del titular", responsabilizándolo de "exacerbar el clima de desconfianza en el tribunal, el proceso electoral y la propia democracia hondureña". Al tiempo que le piden "aliviar las preocupaciones legítimas sobre el fraude, la desinformación y las irregularidades", instándolos a entregar una contabilidad pública completa.
"Organizaciones como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) han expresado su consternación por la falta de transparencia y la retención de información crítica de la población", afirma el documento, tildando de "inquietantes" los informes emanados por los observadores, que indican que las áreas de votación fueron militarizadas y que, además, hubo campañas agresivas fuera de los recintos electorales.
"Los activistas del Partido Nacionalista cometieron fraude de forma activa y visible, como peleas, cambio de resultados y posible alteración o robo de urnas", afirman los académicos.
De esta manera, aseguran que estas prácticas, amparadas por el Tribunal, recuerdan a "los peores períodos de la dictadura militar en Honduras".