Piden que siga rescate de tripulantes de submarino argentino

BUENOS AIRES (AP) — Los familiares de los 44 tripulantes del submarino argentino desaparecido hace más de dos semanas reclamaron el viernes al gobierno que revierta la decisión de dar por finalizado el rescate de sus seres queridos.

A los gritos y mientras batían palmas, más de una decena de familiares los submarinistas del ARA San Juan exigieron la “búsqueda y rescate” de los tripulantes en la base naval de Mar del Plata, apostadero de la nave a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires. Algunos familiares portaban las fotos de sus seres queridos, de los que no se tienen rastros desde el 15 de noviembre.

 

“Así como se los llevaron para allá, los tienen que traer", dijo a periodistas Marcela Moyano, esposa del tripulante Hernán Rodríguez, al expresar su reclamo a las autoridades.

Los familiares habían mantenido previamente en la base naval una tensa reunión con el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y el jefe de la Armada, Marcelo Srur, a quienes, según relataron a periodistas, exigieron que se comprometan a rescatar a los submarinistas. Asimismo les manifestaron que no están conformes con la situación y se sienten desesperados.

La Armada argentina descartó la posibilidad de encontrar con vida a los tripulantes luego de que la víspera diera por finalizado el operativo de rescate del submarino. No obstante, continuará la búsqueda de la nave.

El submarino diésel eléctrico clase TR-1700 de fabricación alemana y operativo desde los años 80 desapareció cuando navegaba desde Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, hacia su base en Mar del Plata tras participar de un ejercicio de adiestramiento.

El día de su último contacto se escuchó una explosión que fue registrada por micrófonos subacuáticos.

“Exijo al presidente (Mauricio) Macri como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas que revierta esta decisión de la Armada absurda y arbitraria de abortar el operativo de búsqueda y rescate”, dijo a The Associated Press Luis Tagliapietra, padre de Alejandro, uno de los tripulantes.

Desde la ciudad sureña de Comodoro Rivadavia, donde se coordinan las tareas de rastreo de la nave, Tagliapietra dijo por teléfono que “los 44 se merecen que los sigamos buscando vivos… no tiene sentido que aborten ahora cuando está todo desplegado”.

Tagliapietra es querellante en la causa judicial que investiga la desaparición del submarino y considera que la Armada ha ocultado información sobre la nave.

El presidente boliviano Evo Morales expresó su solidaridad a las familias afectadas. “Lamentamos la suspensión del rescate de los 44 tripulantes del submarino argentino Ara San Juan. Nuestra solidaridad con las familias de los desaparecidos, especialmente con nuestro compatriota Cirilo Mealla Altamirano, padre del teniente Jorge Luis Mealla”, uno de los submarinistas, dijo el mandatario en su cuenta de Twitter.

La Armada argumentó al tomar la decisión que, tras 15 días de búsqueda, se ha extendido a más del doble la cantidad de días que determinan las posibilidades de rescatar con vida a la tripulación.

El operativo de búsqueda continuará en el lecho marino con buques de Rusia, Estados Unidos, Chile, Brasil y Gran Bretaña, que disponen de tecnología que rastrea a cientos de metros de profundidad.

El portavoz de la Armada, Enrique Balbi, dijo el viernes a periodistas que ya se ha barrido “prácticamente un 100 por ciento” del fondo del área explorada en el Atlántico sur, frente al Golfo San Jorge.

Los buques han registrado en los últimos días “seis contactos (objetos)” y dos de ellos están “totalmente descartados” por ser buques hundidos, mientras “quedan cuatro todavía a otras profundidades que hay que determinar”, indicó.

“Hay que esperar el equipamiento de alta tecnología de Estados Unidos y Rusia que llega a bastante profundidad para hacerlo descender y realizar una inspección visual”, señaló el portavoz.

Indicó que entre la tecnología utilizada están los “vehículos sumergibles que hacen inspección visual”, los cuales confirmarían si algunos de esos contactos es el submarino.

Según la Armada, el 15 de noviembre el ARA San Juan había informado la entrada de agua de mar cuando realizaba el snorkel y estaba cargando baterías. El agua se dirigió por el sistema de ventilación a una bandeja de conexión de las baterías de proa provocando un cortocircuito y humo que, según se reportó desde la nave, fue subsanado, lo que determinó que siguiera navegando en inmersión hacia Mar del Plata.

Horas después se produjo una explosión que podría haber sido causada por una concentración de hidrógeno tras el cortocircuito reportado, indicó la Armada.