BUENOS AIRES (AP) — Un grupo de forenses identificó a 88 soldados argentinos enterrados en tumbas anónimas en un cementerio de las islas Malvinas, en el marco de un proyecto liderado por la Cruz Roja.
La identificación de los 88 hombres “representa una tasa de éxito alta”, dijo el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en un comunicado difundido el viernes.
El 20 de junio el organismo internacional comenzó a identificar a los soldados que yacían en 121 tumbas en el cementerio de Darwin fallecidos durante la guerra que Argentina y Gran Bretaña libraron en 1982 por ese archipiélago del Atlántico sur al que los británicos llaman Falklands.
Las autoridades argentinas informarán los resultados de forma confidencial a las familias que solicitaron la identificación de sus seres queridos, dijo el comunicado.
El CICR entregó en Ginebra a las delegaciones de Argentina y Reino Unido los informes forenses. “Nos alegra saber que será posible devolver la identidad a muchos de los soldados no identificados y con ello brindar respuestas a una gran parte de las familias que esperan hace más de treinta años", afirmó el director de Actividades Operacionales del CICR, Dominik Stillhart.
En el cementerio malvinense hay 237 tumbas de las cuales 121 tienen placas que rezan: "Soldado argentino sólo conocido por Dios".
Sandra Lefcovich, vocera de la delegación regional del CICR en Brasil y Argentina, dijo a The Associated Press que en total “hay restos mortales de 122” combatientes ya que en una de las tumbas fueron inhumados los restos de dos personas.
Indicó que un total de 107 familias dieron su consentimiento para participar en el proceso y brindaron muestras de ADN para que fueran cotejadas con las obtenidas de los restos mortales.
Sobre qué ocurrirá con los cuerpos que no fueron identificados, Lefcovich indicó que “es importante recordar que no todas las familias han participado del proyecto” y que “también están las familias que han dado su consentimiento pero los perfiles obtenidos no son suficientes para establecer la correspondencia con certeza”. En este caso, otros familiares serán contactados para proponerles que den más muestras.
Asimismo “las familias que no participaron y ahora desean dar su consentimiento todavía lo pueden hacer”, señaló. Al respecto indicó que el plan del proyecto humanitario termina en diciembre “pero la información y los perfiles genéticos quedan”.
En diciembre de 2016 los gobiernos de Argentina y el Reino Unido dejaron a un lado sus diferencias acerca de la soberanía del archipiélago y acordaron identificar los restos de los combatientes en cumplimiento del derecho internacional humanitario de identificar a los muertos en el campo de batalla.
Entre el 20 de junio y el 7 de agosto 14 forenses de Argentina, Australia, Chile, España, México y Gran Bretaña procedieron a exhumar, analizar, obtener muestras y documentar cada uno de los restos mortales sin identificar.
Tras un análisis llevado a cabo en una morgue equipada con alta tecnología, instalada provisoriamente en el lugar, cada uno de los cuerpos exhumados fue colocado en un nuevo féretro y sepultado en su tumba original el mismo día de su exhumación.
El análisis genético de las muestras y el cotejo con las muestras de referencia de los familiares se realizaron en el laboratorio forense del Equipo Argentino de Antropología Forense en Córdoba, unos 700 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
De forma paralela, sendos laboratorios en Gran Bretaña y España se encargaron de asegurar la calidad del análisis de ADN.
Los resultados fueron presentados a las delegaciones de Argentina y el Reino Unido en la sede del CICR en Ginebra. En la ceremonia participó el secretario de Derechos Humanos de Argentina, Claudio Avruj.
La guerra de las Malvinas terminó con la derrota del país sudamericano y un saldo de 649 soldados argentinos muertos, de los cuales casi la mitad perecieron en el hundimiento del crucero General Belgrano. Un total de 255 británicos fallecieron en el conflicto.
Gran Bretaña habilitó en 1983 el cementerio para sepultar a combatientes argentinos enterrados previamente en los campos de batalla. Hasta ahí han llegado en los últimos años familiares de los caídos en diversos viajes acordados por las autoridades británicas y argentinas.