Una balacera que sucedió el pasado sábado dentro de una gallera en Sarapiquí y que cobró la vida de dos hombres, habría sucedido en medio de la oscuridad, pues segundos antes de los plomazos alguien apagó todas las luces del local.
El fatal hecho sucedió a eso de la medianoche en un gallera clandestina que se encuentra en San Julián, del distrito de Puerto Viejo en Sarapiquí, Heredia.
En la lluvia de balas perdieron la vida Keylor Rodríguez Barrantes, de 34 años, y Diego Castillo Villalobos, de 31, quienes fallecieron en el hospital de Guápiles y en el hospital Calderón Guardia, respectivamente.
Walter Espinoza, director del OIJ, indicó que el balacera habría sido ejecutada por al menos dos sujetos.
“Los hechos habrían sucedido cerca de la medianoche, aparentemente alguna persona bajó la cuchilla que permitía el ingreso de electricidad al local comercial, eso permitió que de manera inmediata el sitio quedara a oscuras y alguien accionó un arma de fuego contra los presentes provocando lo sucedido”, dijo.
Además de los dos fallecidos, los gatilleros también alcanzaron a herir a tres hombres más de apellidos Morales, Calero y Espinoza, quienes, según el OIJ, se encuentran internados.
En cuanto al móvil, la Policía Judicial presume que podría haberse tratado de un ajuste de cuentas contra Barrantes, en vista de que tenía antecedentes por tráfico de drogas y tentativa de homicidio.
“El ataque pudo estar dirigido hacia Barrantes o hacia un tercero, exploraríamos la posibilidad de que haya habido un ajuste de cuentas, pero igual debemos determinar si el objetivo era un tercero y sucedió algún error en la víctima”, añadió.
De momento, el OIJ se encuentra redoblando esfuerzos para dar con el paradero de los gatilleros y determinar cuál de los fallecidos o heridos era el verdadero objetivo del ataque, señaló La Teja.