Buenos Aires, 26 nov (EFE).- Los restos de Santiago Maldonado son despedidos hoy en su ciudad natal, en la provincia de Buenos Aires, mediante una ceremonia íntima en la que solo participan sus familiares y amigos cercanos, casi cuatro meses después de que el artesano fuese visto con vida por última vez.
El cuerpo será trasladado hacia el mediodía desde una sala fúnebre de la localidad bonaerense de 25 de Mayo, unos 200 kilómetros al suroeste de la capital argentina, hasta una capilla del cementerio Parque Paraíso, donde se realizará un acto previo a la inhumación.
A diferencia del entierro, el velatorio, que se realizó a lo largo de la tarde de este sábado y la mañana de hoy, estuvo abierto al público, aunque los familiares pidieron a los asistentes que no ingresaran con cámaras ni teléfonos móviles para garantizar la intimidad.
Hasta allí se acercaron decenas de personas, entre allegados, ciudadanos de a pie, referentes sociales, "mochileros" con banderas indígenas, y hasta autoridades políticas, como los dirigentes de izquierda Myriam Bregman y Nicolás del Caño o la diputada de Libres del Sur Victoria Donda.
El hermano de Maldonado, Sergio, había insistido el viernes en que estaba todo el mundo bienvenido a acompañarlos en este acto, pero "sin banderas políticas", para tratar de evitar la politización del caso del artesano de 28 años, que ha mantenido en vilo a la sociedad argentina desde que fue visto con vida por última vez, el pasado 1 de agosto.
Ese día, participaba en una protesta de una comunidad mapuche que fue reprimida por la Gendarmería, cuerpo policial al que la familia, organismos humanitarios y buena parte de la sociedad civil han atribuido todo este tiempo la responsabilidad de la muerte.
Tras varias semanas de búsqueda angustiosa, el cadáver del joven fue hallado el 17 de octubre en el sureño río Chubut, cerca de donde había tenido lugar esta manifestación.
El pasado viernes, culminaron las pericias ordenadas por el juez Gustavo Lleral que establecieron que el joven falleció por "ahogamiento por sumersión", en un cuadro "ayudado por hipotermia".
"No es que él murió por estar de turista: estaba en una represión de Gendarmería", insistió Sergio, quien afirmó que le autopsia le dejó "más dudas que antes" y destacó que la causa sigue caratulada como "desaparición forzada".
Después de casi cuatro meses, finalmente este domingo la familia podrá enterrar a Maldonado, aunque no abandonarán la causa hasta saber qué es lo que pasó y, de hecho, esta se seguirá tramitando para conocer los detalles que rodearon al hecho y determinar si hubo responsables en la muerte.
Con motivo del velatorio y el entierro, desde primera hora del sábado, la Policía bonaerense implementa un dispositivo de seguridad en la zona, en la que continúan desplegados alrededor de 200 efectivos.
Además, según la agencia estatal Télam, se estableció una custodia en las rutas de acceso a la ciudad y se suspendieron los partidos de la liga local de fútbol y un festival municipal de batucadas. EFE