Con el inicio de la supervisión aérea en todo el territorio nacional, los entes de seguridad del Estado han coordinado una serie de nuevos despliegues de unidades operativas a sectores en donde se requiere mayor vigilancia.
Helicópteros Bell 412 de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), comenzaron la operación de vuelo desde las 06:00 horas sobre barrios y colonias de las principales ciudades del país.
El monitoreo desde las alturas con diferentes equipos tecnológicos también incluye el uso de drones y cámaras satelitales, las que obtienen ángulos precisos y ubicaciones para guiar nuevas saturaciones.
Trabajos de inteligencia del Estado han permitido a los cuerpos de seguridad el desarrollo de la estrategia que garantiza que la población goce de un ambiente de normal tranquilidad durante todo el proceso electoral.
Los sobrevuelos realizados la mañana de este jueves, nutrieron de información precisa para el despliegue de unidades terrestres a puntos estratégicos, acciones que previenen faltas y posibles delitos.
En un trabajo conjunto y el intercambio de información entre el Sistema Nacional de Emergencias 911, la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas de Honduras reporta varias detenciones, decomisos y atenciones ciudadanas que han permitido una baja en la incidencia criminal.
A tres días de celebrarse en Honduras las elecciones generales, la presencia permanente de las fuerzas del orden alcanza casi en su totalidad la geografía nacional y garantiza a los hondureños un proceso electoral en paz y democracia, señaló La Tribuna.
Por aire y tierra fuerzas de seguridad nacional de Honduras ejecutan operativos de saturación en varias colonias y barrios denominados “calientes” en Tegucigalpa, capital de Honduras.
Esta mañana le tocó el turno a la populosa colonia El Pedregal de Comayagüela, al Sur de la capital hondureña. Hasta ahí se desplazó un fuerte dispositivo de elementos de la Policía Nacional de Honduras y Policía Militar del Orden Público (PMOP).
Cabe mencionar que esta colonia antes mencionada ha sido considerada como un bastión de miembros de la pandilla Barrio 18. Ante ello, las autoridades procedieron a saturar dicha zona habitacional.