Una mujer de origen costarricense pide ayuda y denunció ante las autoridades a su hijo por haberla abusado sexualmente en reiteradas ocasiones. Producto de las violaciónes se encuentra embarazada.
Cansada de pedir ayuda e interponer denuncias en varias instituciones debido a una serie de violaciones que recibe de su hijo, tras una de las cuales quedó embarazada -actualmente tiene 4 meses-, Sandra Vargas recurrió a Diario Extra para denunciar su situación.
Desde hace más de un año su hijo Rubén Quintana Vargas, de 20 años, la ha dañado de diferentes formas como violación, agresión y hasta amenazas con arma de fuego y blanca por su adicción a las drogas.
“Me ha quebrado celulares, ha destruido las denuncias que le he puesto para borrar evidencia, me ha robado las cosas y vendido mi ropa por droga. Me confesó que me ha vendido por drogas y sexo, no sé a dónde ir, nadie me ayuda, por eso estoy esperando un hijo de él”, comentó.
Entre las primeras instancias que recurrió está el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), accedió a un programa de protección, pero ante un intento contra su integridad lo abandonó y por eso no tiene domicilio fijo.
“Estuve en un albergue en Los Cocos de Limón y una persona casi me mata con un machete, al observar que las señoras del Inamu no hacían nada abandoné ese programa, me vine a San José y desde aquel entonces he deambulado por las calles y no tengo dónde comer. A veces la gente me da dinero o me pongo a vender cajetas, pero la municipalidad me las decomisa”, añadió.
Por su estado de embarazo también se le imposibilita encontrar trabajo y no tiene estabilidad económica.
“He buscado trabajo, pero me han respondido que no me pueden contratar porque estoy embarazada y es un riesgo, pero necesito comer y una cama para dormir. Psicológicamente no estoy bien, estoy deprimida, lloro todo el tiempo y he perdido la cuenta de las veces que me ha violado”, argumentó.
Pese a que le recomendaron abortar para que la criatura no sufra las consecuencias, ella se opone rotundamente. Ha viajado por todo el país en busca de paz, pero le es imposible y recalca que le tiene pánico a su hijo.
“Llevo más de un año sufriendo estos problemas, he huido a la Zona Sur, Parrita y Guanacaste para estar lejos de él, después de todo lo que me ha hecho no lo puedo perdonar. Él anda diciendo que venderá a mi bebé para sacarle provecho a la situación”, declaró la víctima.