Desde el pasado viernes la muerte se ha llevado a cinco ciudadanos salvadoreños habitantes del caserío Cerrón Grande, del cantón San Tránsito, de Jutiapa, en Cabañas. Sus familiares aseguran que murieron por haber tomado “coche bomba”, que es un alcohol que sirve para curación de heridas.
Ayer, fallecieron dos víctimas, supuestamente por haber tomado “coche bomba”. En la mañana murió Julio Alvarado, de 58 años, y por la tarde Jesús Enrique Abarca, quien estaba ingresado en el hospital de Ilobasco.
“Se tomo uno de esos botes de alcohol que les dicen coche bomba y se murió, ya hay otros casos de señores que han muerto por tomar ese alcohol que lo venden en las tiendas”, expuso Janeth Alvarado, hermana de Julio.
Julio Alvarado pasó dos horas sufriendo, “se quitó toda la ropa por la desesperación que sentía después de haberse tomado el coche bomba”, relató Galileo Hernández, vecino del caserío.
Alvarado fue llevado a la unidad de salud de Jutiapa, pero cuando quisieron atenderlo ya estaba muerto.
Juana Aguilar de Martínez ha tenido doble perdida, su hermano Norberto Aguilar Hernández, de 56 años, fue el primero en morir después de tomarse un coche bomba, el martes murió Rodolfo Hernández Arce, su cuñado; ayer la familia lo estaba velando.
“Ese alcohol es para curar heridas o echarse cuando lo pican los zancudos, pero no es para tomárselo, en las tiendas lo venden, pero hay quienes que compran las cajas para venderlo a los bolos”, reflexionó Aguilar de Martínez.
Otro de los falleció fue identificado como Osmín Peña, quien era conocido como El Ardilla; según los vecinos se tomó otro “coche bomba” y a los pocos minutos comenzó su agonía, señaló Elsalvador.com
Peña falleció el pasado domingo; aseguraron que tuvo una agonía terrible y que echaba espuma por la boca.
El Departamento de Investigaciones de Cabañas junto con la Fiscalía iniciarán una investigación sobre los casos de intoxicación para determinar responsabilidades sobre quien o quienes están distribuyendo el alcohol que es tipo industrial, el cual es venenoso al ingerirlo.
La alcaldía de Jutiapa, ayer en la tarde mandó a perifonear en el caserío Cerrón Grande, del Cantón San Sebastián, diciéndole a la gente que se abstenga de ingerir los “coches bomba” para evitar más muertes.