El congresista de Alianza Para el Progreso, César Vásquez Sánchez, presentó un proyecto de ley en el que propone aplicar la castración química como medida complementaria a la pena privativa de la libertad, a quienes cometan delitos contra la libertad sexual.
En el Perú, la castración química aún no está legislada; sin embargo, han habido múltiples debates respeto a la aplicación de esta sanción.
Entre enero y septiembre de este año, el Ministerio Público recibió 17,182 denuncias por el delito de violación de la libertad sexual en el país.
El abuso sexual que sufrió una empadronadora del INEI, en el último censo nacional, por Marco Luza Segundo; así como la violación de la que fue víctima una bebé de dos meses por parte de su padre fueron los casos más recientes que indignaron a la ciudadanía y graficaron la terrible violencia de la que son víctimas las mujeres y niños.
Para frenar este delito, surge la propuesta de castrar químicamente a los violadores. En los casos de violación sexual, el juez -según dispone la iniciativa- podrá imponer de forma complementaria “la aplicación de un compuesto químico que permita controlar la libido”.
“Nuestro ordenamiento jurídico no prevé otra sanción que la cárcel para frenar este tipo de hechos execrables (violación). Sin embargo, este tipo de pena no permite que el culpable se resocialice, por lo que debe estar acompañado de otras sanciones si es que realmente se quiere una resocialización”, indica la norma a la que Ojo.pe tuvo acceso.
La castración química no es un mecanismo nuevo para sancionar este hecho delictivo; pues ya ha sido usada en Europa, Medio Oriente, India, África y China.
Se trata de un tratamiento médico, mediante el cual se aplica de forma periódica (una vez a la semana) un compuesto químico para inhibir el deseo sexual. Esta medida es más económica que mantener al condenado en prisión.
