Como todos los domingos, Esmeralda Lemus Aquino, de 42 años, y su hijo Billy Pérez Lemus,9, visitaron el malecón del barrio La Ermita, con la intención de refrescarse en aguas del lago Petén Itzá, pero murieron electrocutados al tocar un cable de alta tensión que hacía contacto con el agua.
Consternado por lo ocurrido el esposo y padre de las víctimas, Billy Perez, afirmó: “Ya era costumbre que los domingos por la tarde vinieramos a este lugar, cuando estaba por meterme al agua, escuché un grito —el de su esposa—, fue entonces cuando mi hijo intentó salvarla, pero cuando llegué ambos estaban muertos, no pude hacer nada”.
Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) confirmaron que la tragedia se debió a que el tendido eléctrico en ese lugar es subterráneo y es difícil observarlos porque subió el nivel del lago. Los policías confirmaron a Prensa Libre que cuando el niño intentó ayudar a su madre ambos quedaron prensados en el poste.
Varios bañistas manifestaron que tres días antes habían advertido a las autoridades locales sobre el cableado que se encontraba a la intemperie, y que en cualquier momento podrían generar un incidente.
Personal del Ministerio Público, también confirmó que en un radio de 50 metros, hay varios cables del tendido eléctrico al descubierto, los fallecidos según se indicó, tenían heridas en la cabeza, que sufrieron cuando cayeron una de las bancas de concreto.
Bomberos Voluntarios utilizaron lanchas artesanales y equipo especial para rescatar los cuerpos. Los socorristas recomendaron a los visitantes tomar precauciones debido a que el nivel del lago va en aumento y por el color del agua que se forma en la orilla, se dificulta divisar cualquier objeto.
