San Salvador, 1 nov (ACAN-EFE).- El Gobierno salvadoreño capacitó hoy a personas de seis alcaldías del departamento de San Salvador sobre la situación del volcán de la capital, con el fin de crear una Red de Observadores Locales para monitorear este cráter, informó el Ejecutivo.
Técnicos del Observatorio Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) capacitaron este miércoles a personal de las alcaldías de seis municipios que colindan con las faldas del Boquerón (volcán de San Salvador) para la identificación de la actividad del volcán.
Con los conocimientos impartidos se pretende crear una Red de Observadores Locales (ROL) para monitorear el volcán de San Salvador y preparar a las comunidades en caso de una emergencia, señaló la fuente.
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"El objetivo es darles una preparación para que conozcan cuál es la actividad del volcán y los efectos que puede generar durante una erupción y así sepan cómo actuar", explicó Francisco Montalvo, vulcanólogo del MARN.
La jefa de la Unidad Ambiental de la alcaldía de Nejapa (norte), Marta Perla, consideró que es importante que las comunidades se organicen y presten atención a los distintos problemas que puede causar una erupción volcánica.
En la jornada participaron más de 12 personas y se espera que las capacitaciones continúen durante el próximo año, agregó la fuente.
En contexto
Reducción de emisión de gases solo llegará a un tercio en 2030
Para 2030 solo se alcanzaría un tercio de la reducción de emisiones de gases con efecto invernadero requerida para cumplir los objetivos climáticos del Acuerdo de París, firmado en 2015, para reducir el calentamiento global, advirtió el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (Pnuma), en un informe publicado este martes.
De acuerdo al Pnuma, los Gobiernos deben tomar medidas urgentes y adoptar compromisos climáticos más ambiciosos para garantizar que se cumplan los objetivos del Acuerdo de París, que busca mantener el calentamiento global bajo el límite de los 2°C para reducir la probabilidad de impactos climáticos severos que atentan contra la salud de las personas, los medios de subsistencia y las economías de todo el mundo.
Sin embargo, el informe advierte que para 2100 es muy probable un aumento de la temperatura mundial de al menos 3°C, incluso con la plena implementación de las contribuciones actuales determinadas para cada Estado.
Ante esto, el Pnuma presentó diversas formas prácticas de reducir las emisiones tanto de dióxido de carbono (CO2) como de los gases con efecto invernadero, a través de una rápida acción de mitigación basada en opciones existentes en los sectores de la agricultura, la construcción, la energía, la silvicultura, la industria y el transporte.