Un informe internacional indica que la ambientalista Berta Cáceres fue asesinada en marzo de 2016 por orden de altos directivos de la empresa hondureña DESA en alianza con fuerzas de seguridad del Estado. Fue planificado desde noviembre del 2015.
El asesinato de la ambientalista Berta Cáceres, en marzo de 2016, fue ordenado por ejecutivos de la empresa hondureña Desarrollos Energéticos S. A. (DESA), responsable de la hidroeléctrica Agua Zarca, al que ella se oponía, en alianza con fuerzas de seguridad del Estado, alertó hoy un informe internacional.
El crimen de Cáceres "fue producto de un plan estructurado por altos directivos de DESA (Desarrollos Energéticos Sociedad Anónima), quienes involucraron a empleados de la empresa en acciones de seguimiento y vigilancia" de la ambientalista y miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), destaca el informe.
El documento titulado "Represa de Violencia: El plan que asesinó a Berta Cáceres" fue presentado este martes en Tegucigalpa por el Grupo Internacional de Personas Expertas (GAIPE), creado en noviembre de 2016 para apoyar la investigación del crimen de Cáceres, en un evento al que asistieron Berta Flores, madre de la líder indígena, y tres de sus cuatro hijos: Berta, Laura y Olivia Zúñiga.
Los empleados de DESA actuaron en "alianza con fuerzas de seguridad del Estado y estructuras paralelas a las fuerzas de seguridad del Estado (de Honduras)", destaca.
El informe de GAIPE señala que "la planeación, ejecución y encubrimiento del asesinato" de Cáceres, quien era coordinadora general del COPINH, inició en noviembre de 2015", coincidiendo con "movilizaciones de las comunidades indígenas y del COPINH en oposición al proyecto Agua Zarca".
Destaca que un alto directivo de DESA, al que no identifica, contactó en noviembre de 2015 al teniente retirado Douglas Geovanny Bustillo, uno de los ocho detenidos por el crimen, para "la ejecución del ataque" contra Cáceres.