Un grupo de maestros de la sección 18 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), se tomó las casetas de peaje de las dos autopistas que comunican a Michoacán: Siglo XXI y de Occidente, durante este jueves en apoyo a los normalistas de Ayotzinapa, al cumplirse 37 meses de su desaparición forzada.
De acuerdo con un comunicado de prensa, integrantes de la CNTE ocuparon cuatro casetas, así como el Bulevar Industrial del municipio de Uruapan, a la altura de las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Los manifestantes fueron reprimidos por la policía dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en las inmediaciones del lugar.
La SSP exhortó a la CNTE a expresar sus demandas con apego a la ley, y reafirmó su compromiso de trabajar para garantizar la paz y el orden público en la entidad.
No es primera vez que los docentes se tomas esas instalaciones. Varias veces han llevado a cabo ese modo de protesta para dar oído a sus demandas.
#México | Policía del estado Michoacán reprime a estudiantes normalistas que llevaban a cabo una protesta pacífica pic.twitter.com/dhghHyNf31
— teleSUR TV (@teleSURtv) October 15, 2017
En contexto
México: Padres de 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa viven duelo eterno
Los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, una tragedia que este 26 de septiembre cumple tres años, no pueden acabar con el duelo de sus hijos por la falta de respuestas y la esperanza de que los jóvenes sigan con vida.
"Se han quedado en la etapa que llamamos la aflicción, que es la primera etapa del duelo. Son estas reacciones subjetivas particulares para responder a la pérdida", explicó a Efe la presidenta del Instituto Mexicano de Tanatología, Teresita Tinajero.
Para la especialista, la desaparición de un ser querido dificulta enormemente el proceso de duelo, que es el tiempo en que se tarda en aceptar una pérdida y ajustarte a la nueva realidad y dura, aproximadamente, unos dos años.
Pero sin conocer el paradero de sus hijos, los padres de los 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre del 2014 en el municipio de Iguala, en el sureño estado de Guerrero, tienen un duelo "muy complicado".
"Se les alarga y alarga, y no tienen forma de manejar (la pérdida) sanamente", lamentó la especialista.
Normalmente, en una muerte por enfermedad los allegados pueden despedirse del paciente, "prepararte mentalmente" para la muerte, incluso si el fallecido es un joven.
Aunque especialmente con el fallecimiento de hijo, siempre queda la impotencia de preguntarse por qué ha muerto antes que el progenitor.
El proceso de duelo se recrudece ante una desaparición, una tragedia que en México registra alrededor de 30.000 casos.
"Si hay una muerte inesperada, o la separación es inesperada, la reacción a esto es muy fuerte, y el duelo es algo que no se puede manejar, porque no ha habido una despedida", indicó Tinajero.
El lema de los padres es "Vivos se los llevaron, vivos los queremos", y la realidad es que continúan con la esperanza de encontrarlos con vida, así como sucede con desaparecidos de catástrofes naturales o en el caso de náufragos.