Fidel con su lucha y su ejemplo alimentó los sueños de libertad de millones y millones de hombres y mujeres del mundo. Esa es su principal contribución a la historia de la humanidad.
Pocas personas en el mundo han estado en un contacto tan estrecho con la historia como lo estuvo el comandante Fidel Castro. Él ha hecho la historia, la ha visto, la ha cambiado, la ha movido, ha sido parte de ella, la ha empujado, reseñó el cineasta norteamericano Sydney Pollack
El comandante Fidel Castro fue el protagonista central de uno de los hechos políticos más importantes en la historia de América Latina: la Revolución Cubana. Con ese mérito sobre sus hombros, Fidel hizo parte de la historia de la tierra de Martí, Bolívar, Miranda, Sandino, Allende y muchos otros que hicieron de su vida una gesta de libertad y soberanía.
Pero como “Fidel es Fidel”, al decir de su hermano Raúl al tomar las riendas de la Revolución en 2007, Fidel estuvo presente en muchos de los hechos más relevantes de la historia del mundo en los últimos 70 años. Cuando apenas era un joven comandó la toma de un cuartel policial en la Bogotá en llamas el 9 de abril de 1948 durante la insurrección popular llamada El Bogotazo.
El 16 de octubre de 1953, con escasos 27 años cumplidos, hizo una radiografía magistral de la sociedad cubana, las condiciones de su pueblo, las razones de la pobreza y el subdesarrollo, denunció las injustas relaciones económicas, válido no solo para Cuba, sino también para los países sometidos por el colonialismo y el modelo económico dominante. Fue durante su defensa tras los ataques a los cuarteles Moncada y Céspedes. Allí delineó las bases fundamentales del programa revolucionario y sentenció: “Condenadme, no importa, la historia me absolverá”.
De él escribió Ramonet en sus “Cien horas con Fidel” que “Pocos hombres han conocido la gloria de entrar vivos en la historia y en la leyenda. Fidel es uno de ellos. Es el último "monstruo sagrado" de la política internacional. Pertenece a esa generación de insurgentes míticos —Nelson Mándela, Ho Chi Minh, Patricio Lumumba, Amílcar Cabral, Che Guevara, Carlos Marighela, Camilo Torres, Turcios Lima, Mehdi Ben Barka— quienes, persiguiendo un ideal de justicia, se lanzaron en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial a la acción política con la ambición y la esperanza de cambiar un mundo de desigualdades y de discriminaciones…”.
Su papel central en la historia mundial también estuvo mediado por su aguda capacidad para analizar fenómenos globales que impactan la vida de millones. Fidel fue la voz visionaria que ha presentado propuestas audaces para enfrentar problemas comunes. Ya a principios de los años 60, cuando apenas nacía la Revolución Cubana, Fidel se atrevió a proponer la creación de un mercado común latinoamericano, propuesta que se ha ido consolidando poco a poco varias décadas después.
Denunció los mecanismos perversos de la deuda externa y alertó sobre las crisis sistémicas. Sus dotes de líder mundial se avizoraron desde los primeros años cuando en Nueva York sostuvo ante la prensa mundial que “no vine a pedir dinero, a eso están acostumbrados. Yo vine en busca de buenas relaciones con los Estados Unidos”.
Tal vez fueron esas palabras las que desataron la hostilidad de Washington e hicieron que Eisenhower se negara a recibirlo. En su lugar fue recibido por Nixon,Frases relevantes del pensamiento de Fidel Castro quien luego de la reunión envió un memo a su jefe donde sentenciaba que Fidel era “un comunista al que había que derribar”. Durante esa visita a Nueva York Fidel se reunió también con líderes de la talla de Nasseer, Nehrú, Nikita Jrushov y Malcom X.
Desde los primeros años de la Revolución Cubana Fidel estuvo al frente de su defensa, como en Playa Girón en el 61. Posteriormente hace el reconocimiento de la profunda vocación latinoamericanista de la revolución durante la Segunda Declaración de La Habana, donde examina las raíces históricas de las luchas y advierte sobre los peligros del imperialismo.
Fidel supo contextualizar la estrategia de ataques contra Cuba en el marco de la política exterior norteamericana. Para é existió un hilo conductor en esa política exterior hacia América Latina, lo cual explica el disgusto de EE.UU. con la nacionalización del petróleo en México en la década del 30 y la reforma agraria de Arbenz en Guatemala en los 50, Chile y Nicaragua en los 70 o la Revolución Bolivariana que lideró el comandante Hugo Chávez en Venezuela.
También supo sacar airosa a su pequeña nación durante la Crisis de Octubre de 1962, en los momentos más agudos de la Guerra Fría, cuando el mundo estuvo ante el peligro inminente de una guerra atómica. Asimismo dejó en claro desde el principio el sincero espíritu solidario de la Revolución Cubana al enviar a Vietnam azúcar, arroz y sangre, o entrenar médicos, maestros, ingenieros y personal especializado en la agricultura.