Dos jóvenes parientes fueron ultimados por supuestos pandilleros que los sorprendieron a tiros cuando platicaban amenamente sobre el último resultado obtenido por la selección nacional de fútbol de Honduras, en un callejón de la colonia “Policarpo Paz García”, al norte de Comayagüela.
Los fallecidos son: el zapatero César Alef Lara Ávila y su primo, Kilder Ariel Alvares Ávila, con oficio vendedor de lácteos para una reconocida empresa, ambos residentes en la zona donde perdieron la vida de múltiples disparos.
El parte policial indica que alrededor de las 9:30 de la noche, los jóvenes se encontraban fuera de su casa platicando como frecuentemente solían hacerlo. De repente a la zona llegaron varios hombres, con “pinta de mareros”, fuertemente armados con fusiles y pistolas automáticas, señaló La Tribuna.
Los malvivientes al ver a los dos muchachos les gritaron “Feliz Navidad” y enseguida comenzaron a descargar sus armas contra la humanidad de los dos parientes.
Fue tanta la saña de los malvivientes que después de matar a los dos jóvenes se acercaron a uno de los cadáveres tirados en la calle y volvieron a disparar contra su cuerpo, recibiendo más de 50 heridas de bala.
Después de cometer el violento ataque, los criminales huyeron de la zona, pero gritando: “viva la pandilla 18, hijos de p…”.
Agentes policiales que llegaron a hacer el respectivo levantamiento sospechaban que el doble crimen fue ejecutado por integrantes de la 18.
En esa colonia “controla” u opera la rival de la pandilla 18, o sea la “Mara Salvatrucha” (MS-13). Según las investigaciones, el atentado o “pegada” fue ejecutado al azar, porque todo indica que los ahora occisos no pertenecían a ninguna de las dos pandillas, sino que estaban en el lugar equivocado a la hora de su muerte violenta.