Las autoridades mexicanas descartaron el miércoles en la noche que aún queden personas con vida entre los escombros de un edificio de oficinas de la capital destruido por el terremoto del 19 de septiembre.
Hay "rumores de que encontramos un espacio vital, que tiene personas vivas. Esto es falso. Hemos buscado en todos los espacios que había en el edificio, en donde podían estar ahí personas atrapadas, no hay", dijo a la prensa en el punto del colapso Ricardo de la Cruz, directivo de protección civil federal.
El edificio de oficinas se localiza en el céntrico sector Roma, uno de los más afectados y donde continuaban este miércoles las labores de rescate de las personas reportadas como desaparecidas y que estaban en el sitio al momento del terremoto, que dejó al menos 338 muertos en el país.
Hasta el mediodía se habían recuperado 24 cadáveres, dos de ellos aún sin identificar. En algunos casos ha sido necesario realizar análisis de ADN.
De la Cruz explicó que las personas a las que ha sido complicado localizar "iban saliendo hacia la escalera de emergencia, en la parte posterior" cuando colapsó el edificio y no en los denominados "espacios vitales". De este lugar se rescataron 28 personas con vida.
En torno a este derrumbe, donde han trabajado sin cesar cientos de socorristas y voluntarios, se vivieron momentos de tensión el fin de semana ante la falta de información por parte de las autoridades, que se presentaron finalmente esta semana.
En cifras preliminares, este terremoto, el de 8,2 grados del 7 de septiembre, el mayor en un siglo en México, y la tormenta tropical Lidia dejan combinados más de 400 muertos y 150.000 casas dañadas en varios estados del país, y ahora se necesitará una inversión multimillonaria para su reconstrucción.
"Las cifras nos dejan ver los daños en las viviendas, en el patrimonio cultural, los daños a las miles de escuelas afectadas que requerirán reconstrucción total", dijo el presidente Enrique Peña Nieto tras una reunión con su gabinete y gobiernos locales en su residencia oficial de Los Pinos.
Septiembre fue un mes difícil para México en cuestión de catástrofes naturales, pues además de los sismos a inicios de mes, la tormenta Lidia dejó al menos siete muertos en Baja California Sur, en el noroeste del país.
El presidente confió en que las labores de reconstrucción puedan completarse en cuestión de meses.