A 286 asciende la cantidad de fallecidos por el terremoto de magnitud 7,1 del martes en México, donde persisten las labores de búsqueda de personas entre los escombros, informó el coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente.
En su cuenta oficial de Twitter, Puente precisó que 148 de los 286 fallecidos corresponden a la capital (Ciudad de México), 73 a Morelos, 45 a Puebla, 13 al Estado de México, seis a Guerrero y uno a Oaxaca.
#Actualización ??: Al momento se reportan *286* fallecidos:#CDMX: 148#Morelos: 73#Puebla: 45#Edoméx: 13#Guerrero: 6#Oaxaca: 1
— Luis Felipe Puente (@LUISFELIPE_P) September 22, 2017
Previamente, el coordinador de Protección Civil había indicado que al menos 200 personas aún se dan por desaparecidas en la Ciudad de México.
La madrugada de este viernes rescatistas cavan entre los escombros con picos y palabras para dar con el paradero de todas aquellas personas que yacen en las profundidades, debido a la fuerza del sismo, el más mortal de México en una generación.
"La sociedad puede tener la seguridad de que se trata de la prioridad número uno (el rescate de personas) y que no se detendrá", subrayó Puente en conferencia de prensa efectuada el jueves.
El terremoto de magnitud 7,1 provocó el colapso de 44 edificios en la capital mexicana, pero la asociación APL Ingenieros Consultores estima que unos 3.000 más corren el riesgo de derrumbarse porque presentan fisuras graves en muros, columnas y trabes.
En contexto
México: Como "Frida Sofía", en 1985 también hubo un niño fantasma: "Monchito"
Las horas posteriores al terremoto del pasado martes 19 de septiembre México estuvo en vilo por el inminente rescate de "Frida Sofía", una de las niñas atrapadas entre los escombros en el Colegio Rébsamen. Sin embargo, este jueves, las autoridades anunciaron que "Frida no existe"; no había ninguna menor entre los escombros.
Este caso rememoró el de Luis Ramón "Monchito" Navarrete, de 9 años, el "niño fantasma" que también captó la atención de la prensa nacional e internacional, y de toda la sociedad mexicana en 1985.
El joven iba rumbo a Cozumel con su familia, y durmió la noche del 18 de septiembre en la vecindad de su abuelo. La mañana siguiente, el sismo de 8,2 grados en la escala de Ritcher destruyó por completo las viviendas del complejo ubicado en La Merced, en la capital mexicana.
Tras varios días de incesantes tareas, los equipos de rescate aseguraron haber oído golpes desde el fondo de los escombros. Esta señal mantuvo en vilo al país durante una semana. Además, otro factor que sorprendía a los rescatistas es que no había "olor a muerto".