Polémica en México por una escultura que fusiona a la Virgen de Guadalupe con una diosa azteca y la santa de los narcos

Una estatua que fusiona a la Virgen de Guadalupe con deidades aztecas y una santa pagana a la que recurren presos, policías y narcos despierta polémica, protestas y colocación de mantas para exigir su retiro.

Vecinos de distintas colonias de la ciudad Guadalajara, capital de Jalisco, iniciaron una campaña para exigir a las autoridades municipales el retiro de la escultura llamada "Sincretismo", del artista plástico Ismael Vargas. Consideran que profana la imagen de la Virgen de Guadalupe, la santa patrona de los mexicanos.

Las protestas iniciaron con comentarios en redes sociales. El fin de semana se realizó una marcha para exigir a la alcaldía que diera marcha atrás y en las últimas horas han aparecido mantas en importantes puntos de la capital para exigir el retiro de la imagen.

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La obra esta instalada en un céntrico cruce de la ciudad en las avenidas Federalismo y Hospital y cerca del llamado Santuario, donde cada año se realiza una multitudinaria peregrinación a la guadalupana. Mide nueve metros de altura. Su creador la explicado que representa la fusión de la antigua cultura mexicana representada por la diosa indígena Coatlicue (madre de todos los dioses) y de la ideología cristiana representada por la Virgen de Guadalaupe, pero algunas personas también han señalado que tiene elementos de la llamada Santa Muerte, representados por los cráneos que se aprecian en distintas partes de la escultura.

El de la Santa Muerte es un culto que en los últimos años ha cobrado fuerza en México entre los reclusos, los policías y narcotraficantes, quienes creen que les da protección.

 

El llamado Frente Católicos Unidos de Occidente repartió papeletas en la ciudad en las que acusa al alcalde Enrique Alfaro de rendir culto a este tipo de figuras para cumplir con su deseo de ser gobernador de Jalisco.

"Enrique Alfaro tiene pacto con el diablo porque quiere ser gobernador. Y como parte de su ritual acaba de poner un monumento a la Santa Muerte", dicen las papeletas.

"Una más a la lista, ahora resulta que tengo un pacto con el diablo. Je je" fue la respuesta del alcalde en su cuenta de Facebook.

 

La obra fue inaugurada el 13 de agosto. Las protestas iniciales estaban relacionadas con su costo de 5,2 millones de pesos (USD 297.147), pero se convirtió en un reclamo religioso cuando el cardenal emérito Juan Sandoval Íñiguez exigió al municipio que retirara la estatua por ofender al catolicismo.

El cardenal de la Arquidiócesis de Guadalajara en funciones, José Francisco Robles, afirmó que la obra no ofende a la religión católica, pero Sandoval ha fortalecido la polémica con su respaldo verbal a las protestas.

El padre Alejandro Solalinde, un reconocido activista, también ha señalado que la obra no es una agresión a la religión.

Los inconformes ya abrieron también una petición en la plataforma electrónica Citizen Go  para exigir el retiro de la estatua.