Autoridades costarricenses investigan el homicidio de una nicaragüense a manos de su cónyuge. Como información preliminar se maneja que el crimen se dio por aparentes celos.
El nicaragüense Douglas Galeano Velásquez acabó con la vida de su compañera sentimental y mandó a su hijastra al Hospital San Rafael de Alajuela con varias heridas en la cabeza propinadas con un tubo.
Las autoridades judiciales identificaron a la víctima mortal como Ana Vargas Artavia, de 40 años, y a la menor hija de esta como María, de 17 años.
Al parecer los celos serían el móvil del homicidio de la mujer, quien trabajaba en la capital y al llegar la noche de este miércoles a la finca que cuidaba Galeano, en el antiguo restaurante Capitán Cook en La Garita, Alajuela, el hombre se volvió loco y comenzó a discutir con ella.
La situación se salió de control y tomó un objeto contundente, en apariencia un tubo, y le mandó dos golpes en la cabeza a la menor, rajándola y provocándole heridas que prácticamente la dejaron inconsciente. No satisfecho, la encerró en un cuarto de la vivienda.
De inmediato se abalanzó contra la nicaragüense y según indicó la joven, ella solo escuchó una detonación, pues seguía encerrada en el cuarto, después todo fue silencio y calma.
“Se trata de un homicidio donde la persona que convive con la ahora fallecida interviene ayer en horas de la mañana, golpeando primero a una menor de edad y seguidamente de eso en la noche, según las versiones recopiladas, le da muerte a la ahora fallecida.
Hoy (ayer) en la mañana por medio de la Fuerza Pública nos informan que hay una persona fallecida en el lugar, procedemos y alertamos a Migración para poder ubicar a la persona que cometió este homicidio”, explicó Eduardo Fallas, subjefe del OIJ de Alajuela a Diario Extra.
Al lugar se presentó una unidad de la Cruz Roja, los paramédicos valoraron a la joven y la remitieron al Hospital San Rafael de Alajuela.
Según Fallas, aún no se conoce el calibre del arma con que Galeano le quitó la vida a su mujer, eso sí, tenía heridas de bala en la cabeza y todavía tratan de determinar el móvil del crimen, pese a que los vecinos dijeron que fue porque no le gustaba que la mujer trabajara en San José, pues es muy celoso.
“Sí, es un gran celoso. Eso (homicidio) se dio por celos”, declaró Efigenia Madrigal, vecina de la fallecida.