Tegucigalpa, 15 ago (ACAN-EFE).- Los cuerpos de seguridad de Honduras trasladaron hoy a 95 reos considerados altamente peligrosos a dos cárceles de máxima seguridad, con los que ya suman 2.295 los remitidos a ese tipo de prisiones desde el año pasado, informó hoy una fuente oficial.
Los 95 reos guardaban prisión en cinco cárceles y fueron trasladados de manera simultánea a las de máxima seguridad de Ilampa, departamento de Santa Bárbara (oeste), y Morocelí, El Paraíso (oriente), conocidas como El Pozo I y El Pozo II, indicó el Instituto Nacional Penitenciario (INP) en un comunicado.
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El INP coordinó el traslado de los presos con apoyo de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), en una operación que inició a las 06.00 hora local (12.00 GMT) desde cinco centros penales, añade la información oficial.
De los 95 prisioneros, catorce que estaban en el presidio de San Pedro Sula (norte), la segunda ciudad más importante de Honduras, fueron enviados a El Pozo I, de Ilama.
Los 81 restantes remitidos a El Pozo II, de Morocelí, procedían de los centros penales de Choluteca, Juticalpa, Trujillo y Tegucigalpa, dijo el INP.
La mayoría de los 2.295 reos enviados desde 2016 a las cárceles de máxima seguridad de Honduras son integrantes de pandillas y están "vinculados a crímenes de alto impacto", subraya la información oficial.
Según en el INP, en los 24 presidios que conforman el viejo sistema penitenciario del país permanecen unos 18.800 privados de libertad.
El lunes, el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, anunció que construirá dos nuevas cárceles de máxima seguridad en el país, como parte del programa de seguridad que ha emprendido su gobierno.
"Nosotros hemos hecho lo que dijimos desde el inicio, dijimos que íbamos a ir de frente contra todo tipo de impunidad, lucha contra la corrupción y también que a los delincuentes se les acabó la fiesta", recalcó Hernández.
El gobernante recordó que mientras su gobierno está remitiendo a los reos de alta peligrosidad a las dos cárceles de máxima seguridad, un líder político de una alianza opositora dice que al llegar al poder las cerrará.
"Es obvio que la seguridad no ha estado bien, no sé en qué país ha vivido este ciudadano" (el candidato de la alianza opositora), indicó Hernández, quien inició su gobierno de cuatro años el 27 de enero de 2014.
El mandatario también recordó que antes "los centros penales eran una fiesta 24 horas los 365 días del año" y que eso le permitió a los reos "delinquir desde la propia cárcel" y que "por eso decidimos construir las nuevas dos cárceles y vienen dos más".