Una "moda" que tuvo sus inicios en los años 90 en Europa ha llegado a arrasar con la juventud en Honduras por lo que las autoridades se encuentran en alerta por el consumo de la droga “chocoloko”.
Lo que siempre se ha utilizado como una tacita tibia para los convalecientes, ahora a los jóvenes se les ha pasado la mano porque la están mal usado para andar eufóricos en sus "noches locas”, en las fiestas nocturnas.
Se trata del polvo de chocolate, al cual le llaman “chocoloko”. La juventud esta inhalando este polvo para sentir "diversión" en las discotecas, bares y fiestas privadas, donde consumen esa sustancia para darle un “subidón” al ánimo y porque supuestamente estimula el apetito sexual.
Se trata de una "moda" que inició en los 90 en Europa y hace diez años se puso en uso en Estados Unidos y en países de Suramérica, como Argentina, Colombia y Chile.
Esto no es algo nuevo en Honduras, hace seis meses varios jóvenes recién llegados de Estados Unidos aparecieron en una discoteca popular de Tegucigalpa con botecitos de vidrios sacando el particular insumo color café para absórbelo con un conducto provisional hacia la nariz, señaló La Tribuna.
Sin embargo, en el país ya se ha venido utilizando en lugares nocturnos de ciudades turísticas como Islas de la Bahía, San Pedro Sula y La Ceiba del sector caribe hondureño y se ha extendido a otros sectores.
Ojo que no es recomendable para la salud mental, aunque se trate de una nueva "moda" que está tomando auge los estudios han revelado que esta práctica tiene los mismos efectos de la cocaína.
El "Chocoloko" es un producto que tiene otros insumos para que cause el efecto deseado y no se vende en cualquier lugar.
El sociólogo hondureño, Eugenio Sosa, manifestó que el uso del “chocoloko” se puede convertir en un consumo masivo para la juventud y puede traer graves consecuencias porque se trata de un producto de fácil acceso.
“Lo peor de esta droga es que no es prohibida y causa efectos similares a la cocaína, con muy fácil acceso para la juventud, que de por sí, en el país hay mucho ocio por la falta de actividades productivas y con estas nuevas incursiones en el mundo de la draga, estamos ante una situación que se le debe ´poner cuidado”, advirtió Sosa.