Washington, 2 ago (EFE).- Las autoridades en Florida (EEUU) han capturado al último de los doce presos que se habían fugado el pasado domingo de una cárcel de Alabama con la ayuda de mantequilla de cacahuete.
Bradley Andrew Kilpatrick, el último de los fugados, fue detenido este martes al norte de West Palm Beach (Florida), a más de 700 millas (unos 1.125 kilómetros) de la cárcel del condado de Walker (Alabama) de la que se fugó.
Kilpatrick, de 24 años, estaba encarcelado por delitos de drogas.
Sus once compañeros de fuga habían sido detenidos en el área cercana a la cárcel durante las horas siguientes a huida del domingo.
San Francisco: un joven abrió la puerta de emergencia y saltó de un avión
Sus edades oscilan entre los 18 y los 30 años y los delitos por los que están encarcelados van desde intento de asesinato hasta alteración del orden público pasando por violencia de género.
Según explicó el sherif del condado, James Underwood, los reos utilizaron mantequilla de cacahuete de sus sándwiches para cambiar los números de algunas de las puertas de la cárcel.
De este modo, se aprovecharon de que el guardia de prisiones a cargo en ese momento era un principiante para que les abriera una puerta que daba acceso al exterior, pensando que lo que abría era una celda.
Los presos utilizaron sábanas para trepar el alambre de púas, aunque dos resultaron heridos y fueron hospitalizados tras su recaptura.
Hombre se declara culpable de asesinar a su hijo luego de llevarlo a Disneyland
Un hombre en California se declaró culpable el martes de asesinar a su hijo de 5 años después de llevarlo a Disneyland, en un caso que desató dos meses de búsqueda antes de que su cadáver fuera hallado junto a un lago.
La fiscalía dijo que Aramazd Andressian, de 35 años, mató a Aramazd Andressian Jr., para herir a su esposa, de quien está separado. Los investigadores no han dicho cómo murió el menor ni qué evidencia vincula al padre con la muerte.
La madre, Ana Estevez, estaba sollozando en la corte, mientras llevaba en los brazos una urna con las cenizas de su hijo. Estaba rodeada de familiares, todos tomados de las manos y llorosos.
Andressian se declaró culpable en la Corte Superior del condado de Los Angeles, en Alhambra. Previamente se había declarado inocente y estaba detenido con una fianza de 10 millones de dólares.