Río de Janeiro, 27 jul (EFE).- Unos mil taxistas provocaron hoy un colapso en el tráfico en la ciudad brasileña de Río de Janeiro con una protesta contra las aplicaciones para el transporte remunerado individual de personas, como Uber, Cabify y 99 Pop.
Los conductores de taxi se concentraron a primera hora de este jueves en varios puntos estratégicos de la segunda mayor ciudad brasileña, desde donde salieron en enormes caravanas hacia la sede de la alcaldía, en el centro de Río de Janeiro y en cuyos alrededores provocaron gigantescos embotellamientos.
Los manifestantes presionan para que el alcalde de la ciudad, Marcelo Crivella, reglamente con normas rígidas y una mayor fiscalización el uso de las aplicaciones que permiten que vehículos particulares ofrezcan el servicio de transporte de pasajeros.
Pese a que la protesta fue pacífica, algunos de los taxistas más exaltados llegaron a enfrentarse a la policía cuando los uniformados intentaron levantar los bloqueos con los que intentaron cerrar el tránsito por importantes vías.
La Policía también tuvo que lanzar gases lacrimógenos para dispersar grupos de manifestantes concentrados al frente de la alcaldía y que en diferentes ocasiones intentaron bloquear el paso por la céntrica avenida Presidente Vargas.
Igualmente se registraron incidentes con taxistas que patearon vehículos a cuyos conductores acusaban de estar afiliados a Uber, que le prendieron fuego a una barricada que montaron en una avenida del centro de la ciudad y que arrojaron puntillas a las calles para intentar perjudicar neumáticos de otros conductores.
Según la secretaría de tránsito, hacia las 11.00 hora local (14.00 GMT), se registraban en Río de Janeiro 55 kilómetros de embotellamientos.
El Sindicato de Taxistas Autónomos del Municipio de Río de Janeiro explicó en un comunicado que la principal reivindicación de los manifestantes es que el trabajo de los conductores vinculados a las aplicaciones móviles también sea fiscalizado.
Los manifestantes dicen no ser contrarios a los servicios ofrecidos en aplicaciones pero quieren que esos conductores también cumplan la normas que se exigen a los taxistas, como contar vehículos en buen estado y de pocos años y pagar diferentes impuestos.