La policía detuvo hoy al autor confeso de al menos dos de los incendios forestales que el pasado verano austral arrasaron centenares de miles de hectáreas en el centro y sur de Chile.
El hombre de 31 años reconoció, al ser arrestado, su responsabilidad en los siniestros ocurridos puntualmente en el municipio de Collipulli, en la sureña región de La Araucanía.
El fiscal a cargo del caso, Jorge Calderara, precisó que el acusado padece de depresión, lo que lo habría impulsado a iniciar los fuegos en dicha localidad, en la cual más de 100 mil hectáreas resultaron calcinadas.
La Policía de Investigaciones (PDI) no descartó la responsabilidad del detenido en otros incendios registrados en la zona, un hecho que será indagado, según aseguró el prefecto, Víctor Ruíz.
El Tribunal de Collipulli prohibió difundir imágenes y revelar la identidad del inculpado, quien quedó en prisión preventiva.
En los meses del verano austral, los incendios forestales que azotaron a gran parte de Chile consumieron un total de 467.537 hectáreas.
Los siniestros, que afectaron especialmente a las regiones de O'Higgins, El Maule y Biobío, requirieron el despliegue de más de 20.000 personas y la utilización de 3 millones de litros de agua diarios, por 20 días.
Esta catástrofe cobró la vida de 11 personas y dejó miles de damnificados, a la vez que calcinó bosques nativos y pastizales, principal herramienta de trabajo de agricultores y forestales.
Las llamas, que fueron combatidas por unas 60 aeronaves de varios países, casi un millar de brigadistas internacionales, decenas de bomberos y unos 18.000 militares, costaron al Gobierno chileno unos 347 millones de dólares.