En los últimos meses Rio de Janeiro atraviesa una crisis de seguridad, que ha provocado un gran aumento de violencia.
Al menos 90 policías militares fueron asesinados en el Estado de Río de Janeiro (Brasil) durante los primeros meses de 2017, luego de que este viernes un agente falleciera en un intento de atraco en Nova Iguaçu, una ciudad en el área metropolitana de Río de Janeiro.
En un comunicado, la Policía Civil informó que "los agentes buscan posibles testigos e imágenes de cámaras de seguridad del zona donde ocurrieron los hechos para proceder a su análisis".
19 de los efectivos muertos en Rio de Janeiro se encontraban en servicio cuando murieron, 54 se encontraban en su día de descanso, mientras que 17 estaban en la reserva.
El gobernador del estado de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, se reunió esta semana con el presidente de Brasil, Michel Temer, para solicitarle recursos extra y un eventual uso de las Fuerzas Armadas para controlar la situación.
En Contexto:
Policía lanza gas lacrimógeno contra indígenas en Brasil
La policía militar en la capital de Brasil lanzó gas lacrimógeno y disparó balas de caucho para tratar de disolver una manifestación de miles de indígenas frente al Congreso.
Muchos de los inconformes, que vestían sus atuendos tradicionales, respondieron y arrojaron lanzas contra los policías. La policía dijo que los manifestantes se acercaron demasiado a una gran fuente de agua en la explanada frente al Congreso en Brasilia.
Los manifestantes negaron que eso hubiera ocurrido y señalaron que la policía solo buscaba un pretexto para desalojarlos.