Violencia y embarazos no deseados amenazan a víctimas de inundaciones en Perú

Con sus casas destruidas y sus pertenencias perdidas, las mujeres damnificadas por las inundaciones en Perú también deben hacer frente a una arraigada violencia doméstica y evitar embarazos que agudicen su ya dramática situación, en la que el zika es una amenaza latente.

 

En Piura, la región con más afectados por el desastre, aún hay campamentos con al menos 3.000 personas hacinadas en carpas, con condiciones muy limitadas en higiene y salubridad, donde mujeres y adolescentes están desprotegidas ante eventuales agresiones sexuales y no disponen de medios para acudir a centros de salud.

Ante esta extrema situación, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) desplegó en la zona brigadas de médicos, ginecólogos y obstetras para atender en salud sexual y reproductiva a las mujeres más necesitadas, especialmente a las gestantes.

También repartió entre la población kits de higiene y de protección ante casos de violencia e instrumental médico y quirúrgico a los centros de salud, sobre todo en aquellos dañados por las inundaciones, para recuperar y ampliar su capacidad operativa con módulos para gestantes y cesáreas.

El objetivo es asistir en tres meses a cerca de 10.000 mujeres de las regiones de Piura, Lambayeque y La Libertad, de las que 7.000 están en la primera de ellas, explicó a Efe la responsable de emergencias del UNFPA, Zilda Cárcamo, cuyo organismo destinó alrededor de un millón de dólares en esta campaña.

"La salud sexual y reproductiva, junto con la prevención de la violencia de género, son los derechos de las mujeres menos atendidos durante las emergencias", agregó Cárcamo, que dirigió la ayuda en colaboración con la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Piura y los Centros Emergencia Mujer (CEM) del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).

Eso permitió evitar 50 muertes maternas, afirmó a Efe el director regional de intervenciones estratégicas de la Diresa de Piura, Eduardo Álvarez, en cuya región se contabilizan 23 muertes maternas desde inicio de 2017.